Por estos días se está llevando a cabo la discusión sobre el Plan de Desarrollo Distrital "Bogotá Camina Segura". El concejal de Bogotá José Cuesta Novoa, de la coalición Pacto Histórico, abre la discusión sobre el objetivo 4, que indica que Bogotá ordena su territorio y avanza en su acción climática. Frente a este objetivo, el cabildante plantea que hay una contradicción en relación con el cumplimiento de ese objetivo. "Yo no puedo ordenar el territorio si permanezco impávido, y de espaldas a la suerte, por ejemplo, en la reserva Thomas Van Der Hammen, con una sustracción de 21 hectáreas, simplemente para facilitar un negocio inmobiliario. Son exactamente las 21 hectáreas que se necesitan para avanzar en la ampliación del Transmilenio por la Av. Boyacá, facilitando el desarrollo y la construcción de 12 carriles nuevos", puntualizó el concejal José Cuesta Novoa.
Por otro lado, indicó que se sacrifica el agua simplemente para permitir la conectividad vial que necesita Lagos de Torca; esta discusión tiene que ver con el acueducto. El cabildante manifestó que justo se está pasando por un momento trágico para la vida de la ciudad.
Además, Cuesta abordó uno de los temas coyunturales, que es el del agua, donde expresó que en los próximos años no se tendrá el líquido vital. "Esto no es un tema de racionamiento de agua, de políticas de racionamiento de agua. Es que, si se sigue abriendo el espacio a las urbanizaciones, a los desarrollos urbanísticos, en la sabana de Bogotá, por ejemplo, que es básicamente el borde noroccidental de la ciudad, también le abre el espacio al desarrollo urbanístico en la sabana de Cundinamarca, pues no vamos a tener agua", expresó el cabildante.
Durante la intervención, el concejal de Bogotá le plantea al Alcalde Mayor de Bogotá, al secretario de planeación Miguel Silva, y a la secretaria de ambiente Adriana Soto Carreño, sobre por qué no se inicia un proceso de revocatoria de la decisión de la CAR con relación a las 21 hectáreas que se sustrajeron simplemente para sacrificar conectividad ecosistémica para abrirle posibilidades a la conectividad vial que necesitan los señores de Lagos de Torca.
Cuesta hizo hincapié en que mientras no haya una política de definición de determinantes ambientales que permitan establecer con criterios de sostenibilidad el desarrollo urbanístico de la ciudad, se va a tener necesariamente que seguir sacrificando las aguas de la Orinoquía y las aguas de la Amazonía, simplemente para darle satisfacción a los intereses de los grandes negocios inmobiliarios.
Para el concejal José Cuesta Novoa, es lamentable que se haya tomado oficialmente la determinación de ir por la ALO tramo norte, porque de alguna forma va en contravía del propósito de garantizar efectivamente la sostenibilidad y la seguridad hídrica de la ciudad de Bogotá. Por eso digo que este objetivo es verdaderamente un contrasentido. "Queremos agua sí para la ciudad. Queremos agua para la ciudad de Bogotá para la vida de los bogotanos", puntualizó el cabildante.
A su vez, el cabildante mencionó que se sigue avanzando en la posibilidad, por ejemplo, del proceso de integración regional. ¿Qué significa un proceso de integración regional con la región metropolitana? Es abrirles el espacio a tres nuevos millones de viviendas exactamente en los terrenos y en los territorios, en los predios de la sabana, ya no de Bogotá, sino de Cundinamarca.
Por último, el concejal habló acerca del Metro de Bogotá y compartió una carta que le envió Guillermo González González, quien es miembro de la Junta Directiva de la empresa Metro, al alcalde de Bogotá Carlos Fernando Galán. Donde propone que se reemplace el Transmilenio por las caracas, por un metro robusto; reemplazar significa que el metro en el borde oriental no se convierta en un alimentador del viaducto.
Anexo carta de Guillermo González González miembro independiente de la junta directiva EMB
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