Son muchos los hechos reiterativos que causan daño a la sociedad y que no tienen una respuesta de la Administración. Ya tuvimos una tragedia hace unos meses con la muerte de una menor, que para el Distrito, es una cifra de estadística, ahora para esta época decembrina con la peatonalización de algunas vías, el peligro aumenta. Las entidades públicas encargadas de la reposición de alcantarillas, sumideros, reparcheo, mantenimiento y rehabilitación de la malla vial no están haciendo su trabajo y eso le representa al Distrito tener que cancelar demandas millonarias por accidentes, afectando el presupuesto de obras para la ciudad y el bolsillo de los contribuyentes.
En Bogotá hay 250.000 alcantarillas aproximadamente, diariamente se roban entre 7 y 8 tapas en Bogotá, siendo el centro la zona más afectada teniendo que reponer anualmente 2.800 tapas el Distrito. En un fin de semana se pueden registrar veinte (20) hurtos a tapas que para un habitante de la calle representa entre cinco mil y diez mil pesos, en el mercado el valor es de $200.000, y el precio que el Distrito paga equivale a $350.000 por tapa de alcantarilla, 600 millones de pesos le cuesta al Distrito reponer las tapas al año.
Así mismo, se ha registrado durante el año (76) informes de policía referenciado el hurto de tapas de alcantarillas, de la cual funcionarios del PNVCC (Plan Nacional de Vigilancia Comunitaria x cuadrantes), han efectuado (6) capturas en flagrancia. La policía Metropolitana de Bogotá ha realizado la captura por éste delito de (31) personas en flagrancia en vía pública durante lo corrido del año, siendo las Localidades de Santa Fé, Mártires, y Fontibón las de la mayor incidencia operativa.
Desafortunadamente lo que evidenciamos es que las empresas de servicios públicos no realizan la denuncia correspondiente ante las autoridades sobre los casos de hurto de éste tipo de elementos, ya que en este año no hay registros frente al dato de (1.400) tapas hurtadas. Por el contrario, la Policía Metropolitana ha identificado que los funcionarios de las empresas no presenta ningún tipo de interés en denunciar el delito cuando se ha realizado capturas en flagrancia, limitándose simplemente a identificar que el elemento incautado es de su propiedad, siendo esto un factor que imposibilita iniciar un proceso investigativo que permita establecer el recorrido criminal y llegar a las verdaderas mafias que se lucran con del hurto de estos elementos.
La Administración Distrital finalmente termina comprando las alcantarillas que le han sido robadas después de un proceso y un camino ilegal y como siempre se demuestra la inoperancia de los funcionarios y la falta de sentido de pertenencia, no les duele lo público, no les duele la ciudad y seguimos sumidos en el retraso y la falta de ejecución, esa es la Bogotá Humana que promulga el Alcalde Petro? Enfatizo Acosta. 
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