Bogotá avanzó en implementar una oferta de patinetas eléctricas en el espacio público, autorizando su alquiler, préstamo y uso compartido de 3.050 patinetas, que se concretó con la circular 011 de agosto de 2019. Las empresas deben pagarle al Distrito $225.000 por cada patineta que circule en la ciudad y en promedio cada empresa operaría con 700 patinetas.
Sin embargo, el Concejal Rolando González, ha identificado una incapacidad de los actores públicos y privados para hacer cumplir la regulación aprobada, que se refleja en: una sobreoferta, la invasión del espacio público por la falta de cajones para estacionar y la operación en zonas no autorizadas.
“Aunque existe un protocolo para el intercambio de información que permita conocer los viajes y el cumplimiento de la regulación, el Distrito no ofreció las garantías a una empresa que le apostó a respetar las reglas de juego” enfatizó el Concejal.
Los cuestionamientos del Concejal se concentrará en 4 temas: la limitada cobertura, la falta de control a la regulación, la ausencia de articulación con el sistema Transmilenio y la ocupación indebida del espacio público.
Con la salida de Lime se perdería a futuro una quinta parte de los ingresos que puede obtener el Distrito por la micromovilidad, además la ciudad pierde una valiosa oportunidad de ponerse a la vanguardia en un modo de transporte en armonía con el medio ambiente.
Invitamos a Lime a que reconsidere su decisión o que retornen cuando existan más garantías legales.