La iniciativa liderada por el concejal Rolando González en el Cabildo Distrital, busca frenar la expansión del consumo de vapeadores, fenómeno que ha aumentado de manera alarmante en los últimos años, especialmente entre los adolescentes y jóvenes. El proyecto de acuerdo ordena a las entidades del distrito, trabajar en 4 aspectos:
- Identificar, caracterizar y monitorear el fenómeno del vapeo en Bogotá
- Realizar actividades educativas para las personas reconozcan el nivel de riesgos en su salud a la hora de consumir estos dispositivos
- Diseñar estrategias que orienten y apoyen las personas con consumo problemáticos para reducir el consumo.
- Evitar que se vapee en sitios públicos concientizando las personas de los efectos que genera en el ambiente.
Para González, en la capital, cada vez es más común encontrar estudiantes de entre 13 y 17 años usando estos dispositivos. Según el Observatorio de Convivencia Escolar, en 2024, de 6 mil reportes en colegios por consumo de sustancias, el 16% fueron por “vapear”. Los estudios muestran que no solo estamos ante un problema de salud, sino también un problema social y educativo: el 76% de los estudiantes lo hacen por pura experimentación, el 81% lo hace en actividades lúdicas en el colegio, y el 83% lo hace con amigos del colegio.
Estas cifras concuerdan con un estudio de la Fundación Neumológica Colombiana, donde se reveló que el 31% de los estudiantes de Bogotá entre 10 y 17 años habían probado cigarrillos electrónicos. En el 60% de los casos, la edad de inicio fue de tan solo 14 años. Algunos incluso empezaron a los 7 años. “Esto no es un juego, es un problema de salud pública que nos está afectando como sociedad”, indicó González.
Este proyecto surge a partir de la experiencia personal del concejal Rolando González con los vapeadores, una historia que compartió en el año 2022. En ese entonces, contó cómo estos dispositivos, que en su momento parecían una alternativa “más saludable al cigarro tradicional”, terminaron afectando gravemente su salud.
Bogotá sería pionera reconocer y enfrentar el auge del vapeo. Con el proyecto buscamos entregar una poderosa herramienta a la ciudad para eliminar los mitos que se piensan sobre su uso, tales como que no son nocivos para la salud, que no dañan los pulmones, que no generan adicción y que no afectan a quienes están cerca de estos aerosoles. Ya los expertos y estudios demuestran lo contrario.
“Buscamos proteger la vida de jóvenes que, hoy en día, están expuestos al daño de los vapeadores. Estos artefactos no es una moda inofensiva, es una amenaza real para la salud, por ello debemos trabajar en cambiar las conductas y actitudes, que permita evitar su consumo." Resaltó el Cabildante.
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