Tras los contratos en concesión hay 9 operadores, que administran los recursos para el funcionamiento de 25 colegios en Bogotá, son responsables de la formación de la formación de cerca de 40 mil estudiantes, en jornada única que también reciben servicio de alimentación del distrito.
Los padres de familia que tienen a sus hijos en colegios por concesión en el distrito capital, están alarmados por la incertidumbre que ronda la decisión que deberá adoptar el Alcalde Mayor de Bogotá y el Secretario Distrital de Educación y que define el futuro educativo de sus hijos.
Y no es para menos. Representantes de los padres de familia, han señalado que a los padres y a los estudiantes les preocupa el futuro de la educación en los concesionados; hace unos años, el distrito eliminó los contratos con colegios por convenio obligado a distribuir a los estudiantes entre los colegios distritales de cada UPZ, pero esa estrategia colapsó la capacidad instalada de los colegios y el distrito entonces tuvo que enviar a los niños y niñas fuera de su localidad, en algunos casos pagándoles transporte escolar y en otros, dejándolos a la deriva.
En días pasados Oscar Sánchez, secretario de educación, anunció públicamente y en el Concejo de Bogotá que se iba a tomar una decisión intermedia entre la reversión y la renovación de los contratos. Según ese modelo, colegios en concesión con baja calificación en las pruebas saberpro, no se les renovaría el contrato, mientras que aquellos con buenos resultados tendrían opción de continuar.
El Distrito habla de un estudio de calidad del servicio de educación en los colegios por concesión, y aunque asegura que han entrevistado a 10 mil estudiantes y padres de familia para el diagnóstico, dicho estudio no se ha hecho público, y no se sabe qué variables tuvo en cuenta para calificar a los colegios.
Para los estudiantes y padres de familia, la propuesta de Sánchez desconoce las peticiones que se han hecho a la Secretaría de Educación para que constituya la mesa de participación distrital de padres de familia y estudiantes, incluso, califican al secretario como “un arrogante que se niega a escuchar a los padres de familia”, y agregan que “mientras él es solo un funcionario de paso por la Secretaria, nuestros hijos van al colegio por 5 años de primaria, más 6 de bachillerato y en algunos casos tenemos convenios para que vayan a educación técnica o profesional”, los padres de familia tienen miedo a que esa expectativa que les otorga el colegio en concesión se pierda con una reversión al distrito por no prorroga de los contratos.
Para la Concejal Maria Clara Name, la situación es preocupante, “en reciente debate de control político le pedimos al Secretario de Educación que señalara cuál es el futuro de los contratos de concesión, y que fuera claro con la ciudad y los estudiantes, pero el secretario no respondió”, y en cambio presentó el modelo que hoy tiene en jaque a los padres y estudiantes.
Según Name, por virtud de la legislación vigente, cada colegio define el proyecto educativo institución, que para muchos estudiantes y padres de familia significa su proyecto de vida, pues los colegios en concesión han demostrado ser eficaces en el ejercicio de definir la formación e incidir en las preferencias futuras de formación de sus estudiantes”.
A diferencia de los colegios distritales, los colegios en concesión tienen articulación con la formación para el trabajo y el acceso a la universidad, estos colegios se preocupan por sus egresados.
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