Las personas con TEA sienten, ven y se relacionan con el mundo de una forma distinta, en una sociedad como la colombiana, la discapacidad ha sido vista como un asunto de mera inclusión y no como una posibilidad al reconocimiento y aproximación mutua.
Es importante centrarnos en el tema educativo, aunque en Colombia, no hace mucho se empezó a trabajar realmente en el asunto. Bogotá, ha sido pionera en la ejecución de propuestas nuevas de inclusión educativa. Desde el 2016 se ejecutó el programa de ESCUELAS DIVERSAS, el cual busca brindar un espacio educativo exclusivo para cada uno de los diversos grupos identificados en Colombia, entre ellos, la población víctima de conflicto armado, los grupos étnicos, en adultos y escolares en condición de discapacidad.
Dentro de los puntos más importantes de la educación dirigida a esta población, se encuentra la creación de plataformas digitales o apoyos tecnológicos que facilite la comunicación de los pacientes; así como medidas diferenciales en la promoción de la inserción laboral de las personas con TEA.
Contamos con recursos del Fondo de Ciencia, Tecnología e innovación del Sistema General de Regalías, que para el bienio 2019-2020, según la plataforma SICODIS DEL DNP, son cercanos a los 30 mil millones de pesos.
Revisamos, los proyectos que se encuentran priorizados para acceder a estos recursos en el Plan y Acuerdo Estratégico Distrital de Ciencia y Tecnología, y no encontramos ningún proyecto con enfoque diferencial para personas con discapacidad.
“Mi invitación a la Administración es formular proyectos de inversión en ciencia y tecnología dirigidos a esta población, se puede buscar apoyo del Ministerio TIC, Colciencias y otras entidades nacionales y Distritales, para financiar estos proyectos. La educación con inclusión social también es una prioridad.”
En Bogotá solo contamos con el Colegio República Bolivariana de Venezuela, ubicado en la localidad de Los Mártires, es la única institución que atiende las necesidades de escolarización de la población infantil y juvenil con TEA, las dos sedes que tiene esta institución se ubican en una zona de alto impacto o de tolerancia, pues en ella habitan todo tipo de problemáticas sociales, (zona de prostitución, zonas de expendio de drogas y foco de consumo, indigentes, zonas de reciclado de basura, zonas de compra y venta de artículos hurtados, entre otros, la comunidad educativa se ve constantemente expuesta a todo tipo de riesgos, siendo que no es una zona que asegure el fácil manejo mental ni emocional de los estudiantes ya que al padecer TEA, los pacientes son mucho más sensibles al entorno.
El gobierno debe proveer instituciones que cumplan con los requisitos necesarios en donde los estudiantes en condición especial, sientan el espacio como propio y puedan desarrollar sus habilidades de manera tranquila.