Hace cinco días Bogotá entró en un aislamiento preventivo, invitando a los ciudadanos a mantenerse en sus hogares y a salir sólo si era necesario, medida que se empalmó con la ya decretada por el Gobierno Nacional, donde el aislamiento ya no es una opción sino una obligación.
La falta de cultura ciudadana que lleva a los bogotanos a caminar por las calles de la ciudad y no tomar las medidas preventivas para evitar el contagio masivo de un virus que está acabando con una gran cantidad de la población mundial, aunada a las necesidades de alimentos y útiles de aseo de las personas más vulnerables, así como los trabajadores informales, entre otros, también está acabando con los propósitos de los Decretos Distritales y Nacionales.
Bogotá de no actuar ya, será foco de inseguridad y de saqueos, como lo ocurrido el día de ayer en el municipio de Soacha y en la localidad de Rafael Uribe Uribe, donde personas ingresaron y saquearon supermercados, sumado a protestas masivas como la presentada en la Plaza de Bolívar.
Por eso, insto a la alcaldesa Claudia López a que atienda las siguientes propuestas, bajo la premisa que Bogotá debe valerse de sus propios recursos para mitigar la crisis social que afrontamos debido al COVID-19.
Bogotá tiene en caja, (recursos en inversiones temporales de corto plazo), del orden de los $4 billones de pesos para dar respuesta inmediata a las necesidades planteadas.
El formulario para el pago del Impuesto Predial tiene una casilla que habla sobre los aportes voluntarios. Según el formulario, estos aportes van para "el fortalecimiento de la seguridad ciudadana", no hay directiva nacional ni normatividad distrital que regulen el tema, desde una perspectiva general, no obstante, Bogotá para esos efectos ha expedido varios Decretos parciales, el último Decreto data de 2011, reglamentando el procedimiento de recaudo y uso.
Según el Decreto No. 674 de 2011 se debían fijar los proyectos de inversión a los cuales el ciudadano quería que se destinaran los aportes. Los últimos años la Administración solo incluyó el de "fortalecimiento de la seguridad ciudadana". Pero es claro, que el formulario podría incluir otras alternativas de inversión para los contribuyentes.
Por esto, propongo que ese 10% se destine al sector informal y a los más vulnerables de Bogotá, para que puedan enfrentar la crisis del COVID-19 de una manera más digna. De tal suerte que, la alcaldesa Claudia López expida un nuevo Decreto que amplíe el concepto de seguridad ciudadana, contemplando la seguridad sanitaria y alimentaria de la ciudad. Así mismo, garantizar a través de campañas publicitarias que los contribuyentes paguen ese aporte voluntario.
Mi segunda propuesta, es reducir al mínimo el uso del Sistema Integrado de Transporte Público (Troncal y Zonal), puesto que, la diferencia entre la tarifa técnica y la tarifa al usuario, diariamente representan $3.300 millones de pesos de subsidio a la oferta, ocasionado en las deficiencias operativas del Sistema.
Teniendo en cuenta que el Decreto Nacional 457 de 2020 estableció una serie de oficios y profesiones que quedan exentas de los efectos del Decreto, es decir, que por su naturaleza pueden movilizarse, la Administración Distrital deberá hacer una caracterización de dicha población y garantizar su transporte.
Así mismo, las personas que tengan su sistema inmune comprometido (cáncer, diálisis, VIH, trasplantes, oxigeno, entre otras) y que no pueden movilizarse en transporte público, se les deberá levantar la restricción del pico y placa vehicular.
Complementariamente, las medidas de restricción al transporte público de pasajeros ya fueron adoptadas en España, mediante Decreto Real del día 14 de marzo se redujo el servicio en un 50% y en el día de ayer se ha incrementado a un 70% este servicio público, EN TAN SOLO UNA SEMANA. En el mismo sentido, la Gobernación de Boyacá implementó rutas especiales para movilizar los médicos y enfermeras contratados por la Administración.
De otra parte, con base en las medidas adoptadas por el Decreto 087 de 2020 por el cual se declara la calamidad pública en Bogotá, la alcaldesa debe restringir la circulación de TransMilenio, de esta manera, los ahorros operativos que se generen por la reducción de kilómetros recorridos con una disminución del servicio público de transporte de un 50% o 70% o total, se deben invertir en SALUD PÚBLICA, si la gente no se mueve se evita el contagio.
El COVID-19 es un enemigo que espera que fallemos. En nuestras manos está el que acabemos con este virus, unos pocos no harán la diferencia, pero todos unidos SI.
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