El concejal del Agua, José Cuesta Novoa, inició un debate crucial destacando dos puntos fundamentales que impactan a los ciudadanos de Bogotá. En primer lugar, es evidente que la información sobre el racionamiento de agua no ha sido completamente transparente para los habitantes de la ciudad. En junio de este año, el concejal presentó un derecho de petición cuestionando por qué se llevaron a cabo operaciones de remoción de sedimentos y descargas de fondo en los embalses de Chuza y San Rafael, a pesar de los niveles bajos y la declaración del fenómeno del Niño. Según Acueducto, estas acciones no se realizaron. Sin embargo, fuentes fidedignas le aseguraron al concejal que, durante la administración anterior, bajo Claudia López, en septiembre del año pasado, se vaciaron los embalses para realizar una limpieza, a pesar de la situación climática crítica. Este tema fue planteado por el concejal durante un desayuno al que la gerente de Acueducto, invitó a los concejales en San Rafael.
En segundo lugar, durante esa misma reunión en el embalse de San Rafael, el concejal resaltó la relación entre la emergencia de salud pública que enfrentó Bogotá en febrero de este año, con más de 300,000 casos de emergencia diarreica en menos de 15 días. Esta emergencia subraya la preocupación por la calidad del agua que actualmente consumen los ciudadanos de Bogotá, evidenciando de manera irrefutable una conexión directa entre el proceso de vaciado de los embalses el año pasado y el estado actual del suministro de agua, reflejado en su color amarillento, que indica una calidad deficiente para el consumo humano. Los bogotanos, como medida de precaución, se ven obligados a dejar correr el agua durante 30 a 45 segundos. ¿Qué tipo de racionamiento es este?
Por otro lado, Cuesta, abordó el tema de la depredación o el cultivo del agua. ¿Cómo podemos cultivar el agua? La reducción de la deforestación en un 36% en Colombia en 2023, y un 38% en la selva amazónica, según datos del Ministerio de Ambiente, demuestra cómo podemos preservar y fomentar el recurso hídrico. Este aprendizaje es crucial, especialmente porque nuestra ciudad depende directamente del Amazonas para nuestro suministro de agua.
Por esa razón, el concejal expresó su interés en que la Comisión de Gobierno, de la cual forma parte, trasladara su actividad a la COP 16 en Cali. En dicho evento se abordará el fortalecimiento de las políticas de recuperación y restauración ecosistémica en el Amazonas. Algunos podrían argumentar que esta propuesta podría contravenir la ley 14/21, pero, ¿en qué sentido sería ilegal si nuestro suministro de agua depende del Amazonas?
El concejal del Agua, concluyó el debate con una propuesta concreta a la Gerente del Acueducto Natasha Avendaño: “Señora Gerente, si la deforestación en nuestra región está afectando la disponibilidad de agua, ¿por qué no consideramos realizar una compra significativa de bonos de carbono al Icontec carbono y al Ministerio de Ambiente? Esto se llama sembrar agua. Sugiero que la EAAB compre $10 mil millones de bonos de carbono. Esto permitiría incrementar los esfuerzos de restauración ecosistémica en el Amazonas. Es crucial para los bogotanos que el Amazonas se recupere y se restaure adecuadamente, pues de ello depende nuestro abastecimiento de agua. Ya se ha realizado un análisis jurídico que confirma la viabilidad de esta propuesta. Medellín ya ha implementado una iniciativa similar. Por lo tanto, señora Gerente, dejo en sus manos esta propuesta para sembrar y cultivar agua, reconociendo nuestra dependencia del invaluable recurso hídrico que nos proporciona el Amazonas”. Añadió el cabildante.
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