Bogotá es la prueba de fuego para cualquier presidente en Colombia. Sin duda, la capital del país es un medidor de la gestión de cada mandatario que pasa por la Casa de Nariño. Palabras más, palabras menos, cumplirle a Bogotá, es cumplirle al país; o viceversa, fallarle a Bogotá es fallarle casi que a Colombia entera, pues la ciudad aloja a miles de ciudadanos de todas las regiones de la geografía nacional, entre sus más de 8 millones de pobladores. Si buscamos más razones, hay que decir que Bogotá es el centro de desarrollo nacional, la urbe que más aporta a la economía colombiana, la sede de Gobierno central y la meca de los negocios. Por esto, y por mucho más, debe ser prioridad en la agenda presidencial.
Para mí, son tres los pilares en los que necesitamos que el presidente Iván Duque, quien está a punto de posesionarse, se comprometa y actúe desde su primer año de gobierno: seguridad, movilidad y vivienda.
Comienzo por el tema de la seguridad, con el que mucho se comprometió el doctor Duque cuando fue candidato, incluso ya como mandatario electo durante el encuentro con el alcalde Peñalosa; compromiso que esperamosse materialice. Los retos en este campo son enormes, pues si bien los homicidios se redujeron en un 11% en el primer semestre de este año -según cifras del distrito- aún hay lunares rojos por atacar. El hurto a personas sigue siendo preocupante y la percepción no mejora.
En este contexto, para mí, lo primero, ¡lo primero!, antes de entrar a lo estratégico o lo circunstancial, es aumentar el pie de fuerza. Es decir, necesitamos más policías a lo largo y ancho de la ciudad. Hay que decirlo, es realmente vergonzoso que la capital del país, la urbe más importante de Colombia, no cumpla con los estándares internacionales en lo que respecta al número de uniformados en las calles. Naciones Unidas señala que debe haber un mínimo de 300 policías por cada 100 mil habitantes. En la ciudad habría, en promedio, unos 230. Claramente, nos quedamos cortos, ¡muy cortos!, y en una posición bastante cuestionable y preocupante, frente a ciudades como Tunja que, según estudios en seguridad, superan con creces la exigencia.
Así que presidente Duque, si quiere cumplirle a Bogotá, por favor, priorice este aspecto. Requerimos, con urgencia, aumentar el pie de fuerza para meterle mano a la estrategia. Uno transita a veces por calles donde asustan, porque aunque hay ladrones escondidos, no hay ni un uniformado patrullando. Yo, como concejal, lo primero que espero, si vamos a hablar de seguridad con el presidente de la república, es que nos dé dientes para luchar contra el hampa, y esos dientes, se traducen en más hombres.
Paso al segundo asunto, tan importante como el de la seguridad, y es el de la movilidad. Ya es hora de que Bogotá deje de ser famosa por los trancones, y pase a ser ejemplo para el resto del país y del mundo. Muy bonito lo que hemos logrado con Transmilenio, pero en este momento, no somos el mejor ejemplo para nadie, porque la población se multiplica a pasos agigantados y las necesidades de transporte también. El Metro está en camino, pero no podemos quedarnos allí estancados. Mientras arranca la obra, necesitamos más troncales de Transmilenio, doctor Duque. Tenemos actualmente desamparada la avenida Boyacá. Y esperamos que se mantenga el compromiso conla avenida ciudad de Cali y la avenida 68. Son vías principales, donde muchas familias padecen el calvario de coger un bus azul del SITP y meterse a la boca del lobo, a embotellamientos eternos y desesperantes. Transmilenio, debe ampliarse. Y debe ampliarse pronto y sin aplazamientos, para que no terminemos todos devorados por el Metro, cuando sea una realidad.
Lamentablemente, necesitamos, más que ganas, dinero para hacer realidad estos proyectos. Por favor, presidente, el 7 de agosto anote en su agenda, con mayúsculas, las troncales de Transmilenio. Son 11 las que están en lista de espera, pero ya mencioné las tres más apremiantes. Qué bueno que la nación lesinyectara capital a estas obras. ¡Qué alivio les daría a los bogotanos! Uno de los mayores dolores de cabeza para los ciudadanos es salir a coger transporte cada mañana. De verdad, que esto agota más que la misma jornada laboral. Un presidente que se comprometa con la movilidad de los bogotanos, sin duda, dejará su nombre inscrito en la historia, y usted tiene esa oportunidad, doctor Duque.
Y termino con un tema vital, con un sueño de cada ciudadano, con la razón de muchos para levantarse a trabajar todos los días: tener un techo propio, una casa donde levantar a su familia. He sido testigo del crecimiento acelerado del número de habitantes y de la necesidad de brindarles un techo seguro. De acuerdo con la Secretaría de Planeación distrital, la población de Bogotá crece cada año en 100 mil personas. Por tanto, se necesitan soluciones para responder a la alta demanda de familias que necesitan un lugar donde vivir. El reto es de la ciudad, pero también de la Nación, y quiero, como líder político, recordarle al presidente Duque el enorme desafío que tiene en este tema.
Qué bueno sería contar con nuevos programas que permitieran incentivar la compra de vivienda de la población. Que tuviéramos una ciudad con más propietarios que arrendatarios. Que hubiera facilidades para que la gente pagara su casa, sin dejar de lado otras necesidades básicas y sin terminar ahorcados por altos intereses bancarios. Yo confío en que el presidente Duque priorice a Bogotá en esta materia y que el sueño de tener un techo propio, de muchas familias de estratos 1, 2 y 3, se cumpla en estos cuatro años. Lamentablemente, mucha gente hoy está resignada a pagar arriendo toda su vida, porque el sueldo no le alcanza o simplemente porque los bancos no le prestan.
Sentémonos a explorar vías, Presidente. Tendamos puentes entre Gobierno y Distrito, para que Bogotá sea un reflejo de la buena gestión presidencial, para que el gobierno distrital tenga una mano del gobierno central y pueda echarle gasolina a la locomotora y transformar así a la ciudad en una urbe modelo, donde brillen más los logros que los atrasos. Presidente Duque, nosotros confiamos en que sus compromisos con Bogotá se hagan realidaden estos cuatro años, y por eso hoy, como concejal de la ciudad, aprovecho los micrófonos para recordarle las mayores necesidades de la capital del país y pedirle un empujón para resolverlas.