• Hay una inconsistencia en cuanto a las cifras de aportes ciudadanos al POT publicadas por la Administración y las reportadas en los informes del proyecto.
• La fase de aprobación correspondió a un ejercicio de divulgación sin oportunidad de incidencia real de los ciudadanos sobre el documento del POT.
El 29 de diciembre de 2021 la Alcaldesa de Bogotá firmó el Decreto 555, por el cual se adopta la revisión general del Plan de Ordenamiento Territorial de Bogotá, un proyecto que en su proceso se caracterizó por la ausencia de participación ciudadana, lo que deslegitima al POT que regirá a Bogotá por los próximos 12 años.
En el sitio web de estrategias de participación del POT de la Secretaría Distrital de Planeación muestra una infografía con 37.909 aportes realizados por la ciudadanía, sin embargo, al sumar los aportes reportados en las bases de datos, publicadas por la misma Secretaría, suman 36.443.
“Es evidente que hay una inconsistencia en cuanto a las cifras reportadas sobre participación ciudadana. Le pregunto a la Administración por qué hay una diferencia de 1.466 aportes entre sus propios informes. Los ciudadanos merecemos claridad, más cuando vemos este tipo de inconsistencias en un proyecto que desde un inicio fue cuestionado por la falta de participación ciudadana”, comentó el Concejal Baena.
Además, de acuerdo con el Consejo Territorial de Planeación Distrital - CTPD, solo 10.860 personas, en una ciudad con más de 7.743.955 habitantes, participaron en la Fase 2 de construcción del documento, esto equivale solo a un 0,05% de participación ciudadana. A esto hay que sumarle que la virtualidad no garantizó una participación real, integral, eficiente, amplia, democrática, pluralista, incluyente e informada.
“La participación es una de las grandes deudas del POT, desde su formulación, hasta su expedición por decreto, el camino elegido fue el de la imposición. Lejos de ser un instrumento de un solo gobierno, el POT es una política de ciudad que requería de un gran acuerdo entre ciudadanos y distintos sectores sociales”, complementó Juan Javier Baena.
Por otro lado, la participación tenida en cuenta por la Secretaría Distrital de Planeación, no fue de calidad. Una muestra de ello es que se consideraron comentarios como “No arrojar basura” o “Que los hombres sean más responsables a la hora de tener un hijo”.
Tener un proyecto de la magnitud del POT por decreto es un atentado contra los procesos democráticos que rigen a Bogotá, el proyecto debió ser construido y discutido de la mano de la gente, no solo a punto de socializaciones sin participación incidente y sin un documento final que no fue validado con la ciudadanía.