En muchos de los casos los propietarios de mascotas se ven afectados, rechazados o aislados por establecimientos que carecen de una zona amigable para sus mascotas, el 72% de las familias en Bogotá, tienen perros y la tendencia va en aumento, en unos años se duplicará el número de mascotas por familias, sin lugar a dudas la gran mayoría de los millennials son propietarios de mascotas y desean disfrutar de espacios en los que puedan compartir con sus mascotas, amigos y familia.
Los esquemas de familia tradicional han tenido cambios trascendentales, hoy por hoy podemos llamar familia a un hombre o mujer solteros he independientes que conforma su núcleo familiar con una mascota o parejas que antes de tener hijos deciden tener un perro o gato, esta es una de las evoluciones más trascendentes en las que vivimos las nuevas generaciones, por esto considero que se le debe conceder este espacio y no solo, en las zonas exteriores de los restaurantes o locales comerciales, puesto que en ocasiones el clima capitalino no es el más óptimo para el dueño ni para su mascota. Con la Ley 9 de 1979 no se permite el ingreso de animales a los establecimientos públicos, esta es la ley que propone cambiar el Alcalde Enrique Peñalosa, cambio que tendrá todo el apoyo desde el Concejo de Bogotá, bajo el ala de la Concejal María Clara Name R. que además de velar por la seguridad y el cuidado animal, es consciente de la polarización de las opiniones de los ciudadanos.
“No podemos desconocemos que los perros hacen parte de nuestro diario vivir, que hacen parte del nuevo modelo de núcleo familiar, debemos comenzar a ser más humanos.”
Si bien la propuesta del Alcalde no obliga a los restaurantes a tener unan zona pet friendly, buscamos que el colectivo se concientice de la realidad que a muchos nos parte el corazón, dejar a nuestras mascotas en casa, encerradas en el carro o marradas en las fachadas de los restaurantes no es el trato ideal que desean dar los propietarios a sus mascotas, de cada 10 hogares 7 tiene perros (cifra en aumento).
Comprendiendo los puntos de vista y respetándolos, Bogotá y sus ciudadanos debemos comenzar a cambiar y modernizar nuestros esquemas de pensamientos, los animales han recobrado una nueva manera de ver a los animales, en donde las nuevas generaciones están aportando a darle el espacio, respeto y cariño que se merecen, “Nadie más que un animal nos brinda su amor de manera incondicional, por esto lo mínimo es darles el reconocimiento que tienen dentro de la familia actual.”
Este tema también nos abre la puerta para hablar de las razas permitidas, en algunos casos el rechazo es en cuanto a la raza del perro, algunos propietarios de perros de razas catalogadas como peligrosas se ven obligados a no poder ingresas con sus perros a los establecimientos o Centros Comerciales que en la actualidad son pet friendly, si lleven collar y bozal, si bien, es claro que todos tenemos un índice de peligrosidad, es oportuno abrir el debate de que es realmente lo peligroso, si un animal mal criado o un mal amo, los animales no son malos, son tan ingenuos como un niño de 2 años, solo tiene comportamientos adquiridos.
Un nuevo estudio publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science podría sin embargo acabar con esta idea preconcebida de razas peligrosas, ya que asegura que la conducta agresiva del perro se debe en mayor medida a la conducta agresiva del dueño. A través de una encuesta realizada a 4.000 dueños de perros, los científicos encontraron que el carácter del propietario era determinante en el grado de agresividad de su mascota, en detrimento de la raza a la que pertenecía.
Comprendiendo los puntos polarizados de los ciudadanos, se debe hacer un llamado enérgico a los dueños de los perros, ya que nadie mejor que ellos conocen a sus mascotas y deben ser sensatos a la hora de llevarlos a espacios en donde no solo tendrá que convivir con otros animales sino con niños, adultos mayores y en algunos casos con ruidos desconocidos para ellos, también los propietarios deben asegurarse del aseo de su mascota y velar por no incomodar a los demás comensales, como también los dueños de razas catalogadas como peligrosas ser lo suficientemente precavidos y cumplir con las normas de collar y bozal para así, evitar incomodar a los demás.
Oficina H C María Clara Name R.
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