A este angustiante panorama hay que agregarle una inquietud más, la cual tiene que ver con las VIGENCIAS FUTURAS, por cuanto afecta la estabilidad financiera del sistema en adelante.
Recordemos que el 50% de la sobretasa a la gasolina que recauda Bogotá ha financiado durante los últimos 16 años en gran medida el sistema Transmilenio, mediante el mecanismo de VIGENCIAS FUTURAS, las cuales vencen durante el presente año.
Por lo tanto corresponde a la administración además de preparar la licitación, señalar con precisión sí dicha fuente se mantendrá para este propósito o, por el contrario, vía Acuerdo Distrital, contempla modificaciones u otros usos.
Adicionalmente vale la pena recordar que las vigencias futuras de Transmilenio, también se complementan con vigencias futuras de la Nación, hecho que preocupa en la actualidad por cuanto a la fecha no se ha expedido el Documento CONPES que garantice los aportes del nivel nacional para el desarrollo del SITP.
Esta situación, que sin duda es crítica, dependiendo de cómo sea abordada por la administración, puede convertirse en una invaluable oportunidad para mejorar la calidad de la prestación servicio de la Fase I y II de Transmilenio, en aspectos tales como:
• Mejores condiciones financieras para la ciudad.
• Mejores rutas y frecuencias
• Modernización de equipos
• Menor tiempo de desplazamiento
• Mayor seguridad
Continuaré alerta desde el Control Político para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
MARIA VICTORIA VARGAS SILVA
Concejal de Bogotá.
Bogotá D.C. 18 de febrero de 2016