En el marco del debate de control político sobre la Lotería de Bogotá y la generación de recursos públicos para la salud, realizado en la Comisión Tercera de Hacienda, la concejala Ana Teresa Bernal, del Pacto Histórico, enfatizó la urgencia de revisar el modelo actual de concesión de los juegos de azar en Bogotá. Según Bernal, aunque el Estado colombiano ostenta un monopolio sobre este tipo de actividades, sus resultados no cumplen con el objetivo de ser una fuente sólida y efectiva de ingresos para el sistema de salud, que atraviesa una crisis de recursos significativa.
“Para el año 2023, se destinaron aproximadamente 100 mil millones de pesos a la salud, sin embargo, el total de ventas de los juegos de azar alcanzó los 700 mil millones de pesos. Este bajo porcentaje de ingresos transferidos al Estado demuestra que la contribución de las apuestas para la financiación de la salud es insuficiente”, explicó Bernal. La concejala destacó la necesidad de iniciar un debate profundo para reestructurar la regulación de las apuestas y asegurar que los contratos de concesión generen una mayor proporción de ingresos para el distrito.
Bernal cuestionó el modelo de concesión, una herramienta común en la administración pública neoliberal, afirmando que “este modelo suele ceder las ventajas del Estado a terceros, quienes obtienen ganancias considerables a cambio de una compensación reducida para el sector público. En el caso de la Lotería de Bogotá, si bien las transferencias actuales crean una apariencia de éxito, estamos ante un modelo ineficiente que mantiene demasiados recursos en manos de operadores privados, recursos que podrían ser destinados a fortalecer el sistema de salud”.
La concejala subrayó la importancia de renegociar estos contratos, proponiendo que se establezcan mayores obligaciones de transferencia de recursos para la administración distrital. Aunque esto podría incrementar el costo de las apuestas, Bernal recordó que el impacto social negativo de los juegos de azar debe considerarse, y que estos costos deberían reflejarse en la contribución al financiamiento de la salud pública.
Además, la concejala señaló que las actuales estrategias para controlar el juego ilegal en Bogotá han resultado ineficaces y llamó a la implementación de sanciones más estrictas para quienes promuevan esta actividad fuera de la regulación. “La violación de las regulaciones en materia de juego no es solo una falta administrativa, sino una amenaza directa a los recursos que financian el derecho fundamental a la salud. Por ello, exhorto a los demás concejales a unirse en la promoción de sanciones severas y a elevar estas faltas al nivel de interés nacional”, puntualizó Bernal.
Finalmente, la concejala reiteró que los juegos de azar deben contribuir de manera significativa a la comunidad, y es responsabilidad del Estado maximizar estos aportes para el bienestar de la ciudadanía. “El incumplimiento de las obligaciones de este sector representa un alto costo social que no podemos seguir permitiendo. La salud en Bogotá necesita todos los recursos posibles, y los juegos de azar deben compensar los costos sociales que implican”, concluyó.
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