En el marco del foro titulado “Estado de avance en la implementación del Acuerdo 790 de 2020, por el cual se declara la emergencia climática en Bogotá D.C.”, la concejala Ana Teresa Bernal, del Pacto Histórico, realizó una profunda reflexión sobre el impacto y la urgencia de este acuerdo en el contexto actual de la ciudad y del país.
La concejala Bernal subrayó que la implementación del Acuerdo 790 de 2020 no es ajena a los debates en materia de biodiversidad que posicionan a Colombia como un referente en el ámbito global. “Colombia es el país anfitrión de la COP (Conferencia de las Partes), un espacio fundamental de diálogo y discusión de la ONU, donde se toman decisiones para abordar retos estratégicos para la sociedad mundial. Este contexto nos obliga a establecer compromisos claros para la conservación de la biodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales”, afirmó.
Durante su intervención, destacó la importancia de las 23 metas proyectadas hasta 2030, que buscan detener y revertir la pérdida de biodiversidad a nivel global. Entre estos objetivos, se encuentran el aumento de espacios verdes, la restauración del 30% de ecosistemas degradados, y la participación activa de la ciudadanía en la toma de decisiones relacionadas con la biodiversidad. “Es crucial que minimicemos el impacto del cambio climático en nuestra biodiversidad y aumentemos su resiliencia”, agregó.
La concejala también enfatizó la necesidad de incorporar la perspectiva de derechos humanos y justicia ambiental en la estrategia de mitigación y adaptación al cambio climático. “Debemos preguntarnos: ¿Cómo actúa el Distrito frente a la garantía y protección de los derechos de las personas afectadas por el cambio climático? La urgencia de establecer esfuerzos, como los mandatos del Acuerdo 790, solo tiene sentido si nuestras acciones están inspiradas en valores como la dignidad, la equidad y la justicia. Lamentablemente, esta administración aún está lejos de ello”, señaló.
Bernal resaltó que es imperativo promover el ordenamiento del territorio alrededor del agua, proteger la estructura ecológica principal y fomentar la soberanía alimentaria. “Nuestra apuesta debe ser la materialización de los propósitos del Acuerdo 790, asegurando su cumplimiento sin negociación. Esto es fundamental para avanzar hacia una educación y participación que fomenten una nueva ética ambiental”, declaró.
La concejala cuestionó la implementación del Acuerdo 790, subrayando que el Plan Distrital de Desarrollo (PDD) de la administración del alcalde Galán no contempló los lineamientos establecidos en el acuerdo. “Es esencial desarrollar modelos urbanos que respeten y protejan los ecosistemas, para incrementar la resiliencia frente al cambio climático”, enfatizó.
Criticó la tendencia actual de la administración hacia un crecimiento urbanístico indiscriminado, lo cual contradice la visión de una ciudad comprometida con la sostenibilidad. “Las apuestas del alcalde Galán favorecen un modelo de ciudad de espaldas a la agenda mundial de biodiversidad. Necesitamos una ciudad que respete y promueva su entorno ecológico, no una que priorice el cemento y los negocios”, afirmó.
Desde el Concejo de Bogotá y la bancada de la COP16 por la paz con la naturaleza, se ha promovido un diálogo político que busca salvaguardar la vida en todas sus formas. Bernal instó a la administración distrital a fortalecer su responsabilidad frente a la crisis ambiental. “Debemos garantizar políticas públicas que propongan un modelo compatible entre la sustentabilidad de la producción y la vida misma, alineando las necesidades locales con los compromisos internacionales en materia de biodiversidad y desarrollo sostenible”, concluyó.
“Alcalde Galán, es necesario llamar las cosas por su nombre. Hoy, ni Bogotá camina segura, ni avanza en su acción climática y justicia ambiental. Lo invito a reconfigurar su rol como Alcalde de Bogotá en pro del bien de la ciudad, pues lo que realmente importa a los ciudadanos es que cumpla lo prometido en campaña”, finalizó la concejala.
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