La primera consecuencia de esta problemática son las protestas de los usuarios, dando lugar a enfrentamientos entre usuarios y la fuerza pública. Adicionalmente, las alzas en las tarifas han generado un gran inconformismo en la ciudanía ya que no se ven reflejadas en la calidad del servicio.
La Superintendencia de Sociedades –Supersociedades- realizó un estudio en el 2017 con el cual se evidenció que los estados financieros de los nueve operadores que conforman el SITP se deterioraron progresivamente entre 2014 y 2016, periodo en el que sus pérdidas sumaron más de $559 mil millones. Al cierre del año 2017 los pasivos totales superaban los $3.7 billones, lo cual es una situación financiera alarmante. Adicionalmente, la Supersociedades ha dicho que en el curso de los procesos de liquidación se han presentan serios obstáculos para ubicar los buses y los que se han recuperado presentan serios deterioros; sumado a lo anterior, se han presentado problemas en los certificados de tradición y libertad de algunos vehículos. Todo esto hace más difícil la situación de las empresas empeorando, a su vez, la prestación del servicio.
En cuanto a la situación financiera actual del SITP, la Empresa Transmilenio S.A. informo que los concesionarios registran un crecimiento del sesenta y dos porciento (62%) en la pérdida del ejercicio en comparación al año 2017. Situación que se genera principalmente porque los ingresos generados no son suficientes para cubrir los costos operativos, los gastos financieros y los pagos a rentas.
Dentro de los principales costos operacionales que deben asumir los cocesionarios se encuentran: (i) costos de mantenimiento y reparación correspondiente a la flota operativa e inoperativa(ii) combustibles, (iii) gastos de personal (nómina operativa y administrativa); los cuales como ya se mencionó, resultan muy altos con relación a los ingresos percibidos por los concesionarios , de manera que las utilidades operacionales han sido insuficientes para cubrir los otros gastos de la concesión, tales como servicio de la deuda y pagos de rentas a pequeños propietarios.
Adicional al déficit señalado en la tabla, es preciso señalar que los estados financieros de diciembre del año 2018, muestran que los concesionarios han acumulado pérdidas desde el inicio de la operación (desde el año 2012) por un total de quinientos cuatro mil millones de pesos ($504.000.000.000) lo cual genera un déficit de caja, así como un margen neto (definido como: utilidades netas / ingresos operacionales) negativo promedio del cinco punto nueve porciento (5,9%).
Sumado a lo anterior, presentan capital de trabajo negativo (de quinientos cinco mil millones de pesos ($505.000.000.000) para ese mismo periodo, lo cual limita significativamente la capacidad de los concesionarios de cumplir con sus compromisos a corto plazo.
En cuanto a los contratos de operación, a diciembre de 2018, transcurridos más de 67 meses de haber dado orden de inicio de operaciones a los concesionarios del SITP, a la fecha no existe un cronograma definido que permita avanzar en la implementación total del SITP.
Por otro lado, la implementación de rutas en el componente zonal presenta un avance de 58.3% conformado por 96 rutas alimentadoras y 271 urbanas para un total de 367. Es evidente el atraso en la implementación del SITP, dado que el cumplimiento del cronograma de rutas solo presenta una ejecución del 58.3%.
Sobre la chatarrización, se entiende que es una de las obligaciones presentes en los contratos de la concesión para la operación del servicio público de transporte es la contenida en la cláusula 12, relacionada con la desintegración física de vehículos. El incumplimiento de esta obligación presenta un avece del 60 % que corresponde a 6.606 vehículos, restando el 40% equivalente a 4.329 unidad pendiente de la desintegración física.
En este orden de ideas, la prioridad debe ser garantizar una óptima y eficiente calidad del servicio, pues los rezagos que se vienen presentando en varios aspectos del SITP afectan de manera significativa la prestación del servicio. Para que sea justificable un alza de las tarifas debemos exigir que exista una reciprocidad, tanto cualitativa como cuantitativa, de los servicios prestados por el SITP.
Reiteramos que el Sistema Integrado de Transporte público en el Distrito Capital, y que a su vez afecta a los usuarios, son la falta de rutas que aún no cubren amplios sectores de la ciudad, los colados, pues se calcula que la mitad de los usuarios del sistema no pagan su pasaje, el retraso y demora en las rutas, y el alto costo, que no se ve reflejado en la mejora de la prestación del servicio.
El cálculo impreciso en los costos de operación ha ocasionado pérdidas millonarias a los operadores, que se han visto reflejados en las alzas de la tarifa de los dos últimos años.
Esperamos que el nuevo acuerdo con los operadores del servicio a través de un otrosí, al contrato de concesión de la fase tres del SITP, firmado en el año 2009, se mejoren las condiciones del funcionamiento del sistema a efecto de brindar un servicio de alta calidad, eficaz y eficiente, en lo que tiene que ver con la seguridad vial, el cumplimiento, la regularidad, el mantenimiento de la flota, las conductas operacionales y la satisfacción de los usuarios, sin afectar sus bolsillos.