El día de hoy, 22 de septiembre de 2022, en el marco del Debate de seguridad en la ciudad de Bogotá, el concejal José Cuesta de la Colombia Humana-UP realizó su intervención en torno a la comprensión de la “guerra contra las drogas” como la más imbécil de todas las guerras.
En los últimos 50 años Colombia ha sufrido, a consecuencia de ella, violencia y un constante baño de sangre. Esto, mientras que en Estados Unidos de Norte América se flexibilizan las políticas en relación con el cultivo y uso de la marihuana o en Oregón se legaliza el consumo de cocaína.
El concejal expuso el concepto y ámbito de la seguridad humana. Una seguridad centrada en el ser humano y sus necesidades. Esto implica la satisfacción y comprensión de esferas económicas, alimentarias, de salud, ambientales, personales, comunitarias y políticas. Lo anterior, con el fin de alcanzar la libertad del miedo, la libertad de la necesidad o la miseria, y la libertad de vivir con dignidad.
Para esto se requiere una política integral e interdependiente de estos elementos y principios, y es el único camino si realmente se quiere reducir las tasas de delitos en la capital. Esto, ya ha sido logrado e impulsado en el pasado, como sucedió durante el gobierno de la Bogotá Humana, donde se hizo una altísima inversión para la inclusión social y la lucha contra las desigualdades. Ese hecho se vio reflejado en la reducción sustantiva de la tasa de homicidios.
Por el contrario, en la “Bogotá Cuidadora” de la Alcaldesa Mayor Claudia López, se ha permitido que la urbe capitalina se halle inmersa en una crisis sistémica de seguridad, que puede ser descrita a partir de tres componentes: el delito callejero, el concierto para delinquir de baja intensidad y las bandas multicrimen que tienen en constante zozobra a la población.
Se demostró cómo, con en el acuerdo de rescate social, se priorizaron las obras de fortalecimiento de la infraestructura de movilidad, a las cuales se les otorgó $1.5 billones (64% del rescate), mientras que no se comprendió la crisis socio-económica generada por la pandemia. La ausencia de un fuerte componente de inversión social ha permitido el aumento de la pobreza, la exclusión social y con ello, la reaparición de la tragedia del hambre en la ciudad, la aparición de cuatro (4) niños muertos por desnutrición en lo que va corrido del año, convirtiéndose este contexto en factores objetivos que explican el incremento de la violencia urbana.
Como parte de la seguridad humana, el concejal destacó el ejercicio la fuerza pública, legítimo, sereno y respetuoso de los derechos humanos como componente sustantivo de la misma; en ese sentido, es indispensable fortalecer la lucha frontal contra las bandas multicrimen, que son nacionales y transnacionales.
Esto puede ser alcanzado gracias a estrategias que empleen nuevas tecnologías, como la Inteligencia Artificial, que permite hacer seguimiento a transacciones atípicas y luchar contra el lavado de activos; en donde, finalmente, radica el interés de las mafias criminales del narcotráfico; dado que, en Bogotá, este mercado ilegal del narcotráfico representa al mes $1.500.000 dólares.
La propuesta es construir un PACTO para golpear, mediante la intervención del proceso de lavado de activos, a fin de iniciar la extinción de dominio de esas fortunas inconmensurables, creadas mediante el crimen organizado. Por lo tanto, este Pacto incorporaría un acuerdo con ASOBANCARIA, la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF), la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia, y la Policía Metropolitana; para que, mediante la utilización de estrategias de Inteligencia Artificial, se creen algoritmos con los cuales se puedan rastrear y detectar en forma anticipada transacciones atípicas propias del lavado de activos.
Cordialmente,
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