Ya son 297 personas quemadas con pólvora en lo corrido de diciembre, 132 son menores, cifras que van en aumento, en la víspera del 24 y el 31, los invito a que este tipo de entretenimiento lo dejemos en manos de los expertos, todos merecemos disfrutar de una navidad libre de quemaduras a causa de tal vez una imprudencia.
El día de ayer en Bogotá se decomisaron en la localidad de Rafael Uribe, 36 kilos de pólvora, en el último reporte del Instituto Nacional de Salud, a hoy, 21 de diciembre de 2018, las cifras aumentaron con el 11,2% en cuanto a los registros de 2017, cuando a la misma fecha se reportaban 267 quemados.
Por desgracia el descuido e irresponsabilidad de algunos padres, recaen en las manos de sus hijos, las cifras de niños quemados van en aumento, en Bogotá al día de hoy se han registrado 5 casos, pero la cifra a nivel nacional es preocupante, durante los primeros 19 días del mes, los departamentos que más reportan casos son Atlántico con 21; Valle del Cauca, con 19; Antioquia, con 12; Sucre, con 10; Cauca, con 8 y Magdalena, con 7.
“Las cifras son escandalosas, las consecuencias son irreparables y los niños quien además de sufrir el dolor de las quemadas, sufren también con las consecuencias penales a las que la justicia somete a sus padres”
Y aunque a la fecha no tengamos acciones concretas contra el uso y manipulación de la pólvora, por parte del Gobierno, nos unimos al llamado que hace la Procuraduría para activar medidas drásticas, con sanciones severas a quienes hagan un uso indebido en la manipulación del material pirotécnico, desde el transporte y la distribución, se debe ejercer un control detallado, con esto también se puede tener más control sobre los establecimientos de comercio dedicados a la venta y comercialización, acciones que ya está poniendo en marcha la Administración Distrital.
Este llamado lo extendemos a los ministerios de Salud y Protección Social, Trabajo, Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, a la Fiscalía General de la Nación, al Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), a la Policía Nacional, al Instituto Nacional de Salud, a los gobernadores y alcaldes. Es más que necesaria una articulación de cada una de las entidades para implementar mecanismos de prevención, reducción del riesgo, planes de emergencia, con especial énfasis en estas fechas.
Finalmente, solicito a las entidades ya mencionadas, un informe detallado de los casos con los que cerremos el 2018 y el seguimiento que se le realice a cada uno, ya que todos somos responsables y debemos generar cambio, por esto es necesario conocer, la información detallada de los casos identificados de menores quemados y las acciones adelantadas frente a cada uno de los mismos.
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