La Ley 70 fue sancionada el 27 de agosto de 1993 como resultado de una lucha y un acto de unidad del pueblo Negro, y es el principal referente legal que reconoce y protege los derechos fundamentales de la población Negra, Afrocolombiana, Raizal y Palenquera en el país. Sabemos de los lazos que nos unen en la profunda solidaridad de los pueblos étnicos y el sueño de hacer de la sociedad un espacio libre de discriminaciones y en reconocimiento del valor vivo de nuestras culturas y memorias.
No olvidamos que con los 18 artículos de la Asamblea Nacional Constituyente de 1991 conseguidos por el movimiento indígena en representación de Lorenzo Muelas y Francisco Rojas Birry, se reivindicó y honró a toda la riqueza cultural de la nación más allá de la proveniencia étnica y donde el artículo séptimo (7°) transitorio fue el principal referente para que las luchas afro unos años después tuvieran la significativa victoria para su historia, su movimiento social y comunitario y su legado ancestral, que es la creación de la “Ley 70”
Esta Ley reconoce a las Comunidades Negras ocupantes de “tierras baldías” en zonas rurales ribereñas de los ríos de las Cuencas del Pacifico, y otras zonas del País, de acuerdo con sus prácticas tradicionales de producción, su educación, su medicina tradicional y el derecho a la propiedad colectiva, etc.
Políticamente la Ley 70 de 1993 establece mecanismos para proteger la identidad cultural y de los derechos de las Comunidades Negras de Colombia como grupo étnico y fomenta su desarrollo económico y social para garantizar la igualdad de condiciones de estas comunidades. En esos territorios habitaron sus ancestros que buscaron desde el primer momento su emancipación y su derecho a cursar su cultura y vivir sus tradiciones y pensamiento.
Entre los avances más recientes de esta Ley 70 es la reglamentación de los capítulos IV y V, donde el Capítulo IV hace referencia al ambiente y los recursos naturales y renovables en territorios de propiedad colectiva del pueblo afrodescendiente, que busca, entre otras cosas, generar oportunidades de desarrollo a través del aprovechamiento forestal, la protección, el cuidado y la conservación de la naturaleza; entretanto, el Capítulo V adopta mecanismos especiales para el fomento y desarrollo de las actividades mineras en los territorios colectivos de las comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras. El reconocimiento y posibilidad que abre las luchas colectivas es invaluable.
No obstante, según algunos sectores afrocolombianos, hoy por hoy la Ley 70 presenta graves retrasos en su implementación, con excepción del Tercer Capítulo que comprende el campo de la territorialidad que se ha cumplido con resultados significativos de la colectividad. Otros analistas del Pueblo Negro señalan que el Capítulo Sexto, por ejemplo, el cual protege la identidad étnica y cultural, ha sido reglamentado e implementado en algunos aspectos, pero en otros presenta resultados precarios, especialmente en aspectos como la etnoeducación, las comunicaciones, la investigación afrocolombiana y la lucha contra el racismo y contra la discriminación, y tampoco se ha reglamentado el Artículo dos (2) Numeral 5 de la ley 70 para reconocer los territorios afro urbanos. Con estas reflexiones se tejió el pensamiento de la conmemoración de este día en todos los espacios de representatividad para los pueblos afrodescendientes.
Al respecto de garantizar los derechos y la diversidad de las comunidades étnicas en la ciudad como concejala de Bogotá, y en mi ejercicio de control político, además de varias comisiones accidentales, mesas de trabajo, requerimientos e intervenciones, se presentaron 24 debates de control político que han permitido alertar sobre las inconsistencias en la gestión pública, y han permitido avanzar en el cumplimiento de las acciones afirmativas con un diálogo en doble vía, aumentando el relacionamiento y la participación entre comunidad e institución.
Entre estos se encuentran el debate a la Proposición 334 sobre la reformulación de políticas públicas de la diversidad étnica en Bogotá y consulta previa, libre e informada; o el debate a la proposición 616 avances y desafíos en la materialización de los derechos de las víctimas étnicas del conflicto armado en Bogotá. Así mismo el Artículo 66 del actual Plan Distrital de Desarrollo es fruto de la organización y la resistencia de los pueblos. Ante la imposibilidad de incluir un capítulo étnico la generosidad de los pueblos étnicos abrió la puerta para incluir este artículo, acción que fue concertada con la actual administración. Por tanto, el ejercicio de progresividad del reconocimiento de los derechos de la población étnica y, sobre todo, de las comunidades Negras, Afrocolombianas y Palenqueras, ha sido resultado de la permanencia de los pueblos en sus quilombos, tulpas, chagras y la calle como medios para existir y resistir a las adversidades.
En este sentido, cabe destacar que el Artículo 66 es una novedad dentro de los Planes de Desarrollo de ciudades capitales colombianas, en particular para la Capital del País, pues antes no se había incluido esta herramienta de planeación distrital la obligación de concertar junto con los habitantes étnicos asentados en territorios urbanos los elementos que trazan la hoja de ruta del gobierno local. Con un total de 783 Acuerdos de los cuales Pueblo Rrom o Gitano 130 acuerdos, comunidades y pueblos indígenas 197 acuerdos, comunidad Raizal 117 acuerdos, comunidades Negras y Afrocolombianas 224 acuerdos y comunidad Palenquera 115 acuerdos en el Concejo de Bogotá por el Grupo Étnico.
A nivel nacional destacamos que el actual gobierno del Cambio en su Plan Nacional de Desarrollo “Colombia Potencia Mundial de la vida” haya incluido la proyección de la partida presupuestal para comunidades Negras, Afrocolombianas, Raizales y Palenqueras por monto de veintinueve (29,265) billones de pesos y casi 6 billones del presupuesto general de la nación para el cumplimiento de acuerdos de la consulta previa con las comunidades étnicas.
Los tiempos han cambiado y cada vez está más patente la fuerza y el impulso de los pueblos afrodescendientes en nuestra Colombia y nuestra América. Hoy contamos con una Vicepresidenta negra, con muchas destacadas políticas y pensadoras, con múltiples mujeres afrodescendientes dignas representantes de sus causas y orígenes, sabedoras, parteras, médicas tradicionales, científicas y empresarias que buscan caminos para hacer más grande la incidencia de sus pueblos en el mundo.
Son pueblos que siguen buscando su lugar, el pleno ejercicio de sus derechos fundamentales y el respeto de sus territorios y conocimientos. Ellas son el tesoro de nuestra cultura y diversidad, las guardianas de sus antiguos reclamos.
Todo esto que nos hermana, evidencia lazos históricos, llenos de empatía y diálogo constructivo, de aprendizajes mutuos y de amistad. Confiados en que la lucha por nuestros derechos continúa. Celebró este día e invitó a los pueblos y comunidades Negras, Afrodescendientes, Palenqueras y Raizales a seguir construyendo juntos una Bogotá intercultural, segura, justa y con un horizonte de dignidad por la reivindicación de nuestros derechos que nos lleve a una paz profunda en diversidad y sabrosura.
Página web: https://atiquigua.co/