Durante las jornadas de Gobierno que ha realizado el presidente Petro en los últimos días en Bogotá, ha reiterado que con el próximo alcalde tendrá que discutir la posibilidad de modificar la Primera Línea del Metro de la ciudad que ya va en 25% de avance y que emplea a más de 4.500 personas. Para ello, Petro contrató a la Sociedad Colombiana de Ingenieros para que evalúe cuál alternativa es mejor para el proyecto.
Ese documento demuestra que Petro no solo quiere que el tramo de la Avenida Caracas sea subterráneo, sino que además contempla que se cambie el trazado, es decir, que se cambie el proyecto casi por completo retrasando la entrada en funcionamiento casi 8 años y gastándose, por lo menos, 12 billones de pesos adicionales.
En un extenso trabajo de búsqueda con nuestro equipo, encontramos el contrato por el cual el Gobierno Nacional se gastó $8.375 millones de pesos y que ya tiene incluso investigaciones en la Procuraduría por irregularidades y, sobre todo, por presuntamente violar la autonomía de las entidades territoriales y utilizar una modalidad de selección contractual incorrecta.
Como se observa en la imagen adjunta al final, el presidente Petro quiere retomar el trazado que él propuso en su Alcaldía y que no tenía estudios completos, tirando a la caneca los recursos invertidos en buena parte de los 1.420 predios que han sido adquiridos, obligando a modificar también lo que está contemplado para el intercambiador de la calle 72 con Caracas que está pensado para la llegada de la Primera Línea a ese punto exacto.
Este 29 de octubre Bogotá se juega su futuro, Gustavo Petro y su candidato Gustavo Bolívar quieren frenar el Metro y cambiarlo dramáticamente para dejar a los habitantes de la zona de Bosa y Kennedy atrapados en el trancón. Solicitaremos a la Procuraduría General de la Nación resultados frente a las investigaciones que adelanta y contemplaremos acciones judiciales en contra de la contratación de este estudio que frena el avance de Bogotá.