En el debate sobre el corredor verde de la carrera séptima expresé mis serias preocupaciones sobre esta obra que al parecer no ha sido bien planeada. El corredor verde es un mandato normativo y debe hacerse, pero no se puede hacer a la carrera y sin pensar en las contingencias que pueden ocasionarse por cerrar todas las vías principales de la ciudad.
Me parece preocupante el plan de movilidad que está adoptando Bogotá. Según el Director del IDU, “la gran demanda se cubrirá con los futuros proyectos de la Caracas, que ya tiene TransMilenio y contará con metro”.
¿Cuál metro? El metro aún es un proyecto que incluso puede verse comprometido por la falta de un CONPES que integre la nueva visión ambiental de la obra complementaria por la séptima. Además, antes de que se empiece la obra del corredor verde, las carreras 11 y 13 deberían estar adecuadas y eso no está sucediendo.
Los diseños técnicos del corredor verde muestran que esta vía va a quedar de un solo sentido para el tráfico mixto. Se podrá ir del centro al norte, pero el problema será devolverse por esta misma vía, ya que entre las calles 92 y 28 solo se tendrá un carril.
Vemos que se está reduciendo considerablemente la capacidad de la malla vial existente ¿y para qué? para dar paso a proyectos de infraestructura, supuestamente porque el Metro solucionará una gran parte de la movilidad. Pero no existe una verdadera planeación, se está trabajando sobre algo que ni siquiera existe y que está lejos, lejísimos de ser una realidad.
Nuevo Liberalismo