Ante la crisis hídrica que enfrenta la capital, el concejal de Bogotá, José Cuesta Novoa, de la Colombia Humana, subrayó durante la Comisión de Hacienda en que muchas de las dificultades de las últimas tres administraciones provienen de la falta de comprensión de la nueva agenda pública del siglo XXI. “No se ha entendido que el mundo de hoy se construye a partir de la revolución del agua y del aire”, señaló.
El concejal destacó que las medidas de racionamiento de agua no son suficientes para superar el carácter estructural de la crisis hídrica en Bogotá. Cuesta propone al alcalde Carlos Fernando Galán la necesidad de "cultivar agua" para la ciudad. “Es importante resaltar que la capital fue abastecida de agua potable hasta los años 80 por la cuenca del Magdalena y la región andina. A partir de esa década, comenzamos a depender de la cuenca de la Orinoquía mediante el trasvase del río Guatiquía, así como de los ríos voladores o invisibles del Amazonas”.
En este contexto, el concejal presentó un listado de iniciativas que deben considerarse. La primera es invertir en el cultivo de agua para Bogotá a través de la compra de $100 mil millones en bonos de carbono, destinados a detener la deforestación y a la restauración ecológica del Amazonas colombiano. En segundo lugar, propone detener la expansión urbana en la Sabana de Bogotá. En tercer lugar, sugiere suspender la obra Suba-Cota, ya que su construcción implica la extracción de terrenos de la reserva Thomas Van Der Hammen.
Finalmente, propone proteger todos los espacios estratégicos del agua de Bogotá, incluyendo los humedales, la Reserva Thomas Van Der Hammen, los cerros orientales (frenando las obras de endurecimiento en la Serranía del Zuque) y los páramos del distrito capital y la región de Bogotá-Cundinamarca.
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