Mediante un estudio realizado por esta entidad, se demostró que el Caucho sabanero, captura en sus hojas una mayor cantidad de contaminantes atmosféricos, especialmente partículas de 10 micrómetros (PM10) en la zona sur de la capital (por ejemplo en la localidad de Kennedy), mientras que el Chicalá, puede ser una gran alternativa para la zona norte de la ciudad ya que capta más partículas contaminantes en zonas que presentan mayores lluvias (por ejemplo Usaquén). Las plantas evaluadas en vías y parques de Usaquén, Kennedy y San Cristóbal de estas especies mostraron una menor eficiencia en la fotosíntesis con respecto a las plantas evaluadas dentro del Jardín Botánico. Así mismo, se evidenció que las plantas en vías y parques de estas localidades mostraron indicios de estrés por factores abióticos como por ejemplo, la temperatura, las lluvias y la contaminación (que se vieron reflejadas en la eficiencia fotosintética y la morfología de las hojas). No obstante, al parecer las plantas en la ciudad de Bogotá son más productivas (es decir, producen una mayor biomasa por unidad de área) posiblemente por la oferta de carbono a causa de la contaminación.
Por su parte, la Secretaría de Ambiente argumentó que la tala de árboles se ha realizado con los respectivos conceptos técnicos requeridos por las autoridades ambientales, pues, en general representan un riesgo para la ciudadanía. Este tipo de decisiones son técnicas y tomadas por especialistas, pues la Administración afirma que los árboles que son talados son aquellos que presentan problemas o que están enfermos. Así mismo, afirmó que por cada árbol que es talado se están sembrando entre 8 y 10 nuevos y reiteró que lo están haciendo de forma ordenada, sembrando las especies que más le favorecen a la ciudad.
En este orden de ideas, el Concejal Armando Gutiérrez González reafirma que el proceso de arborización que se está adelantando en el Distrito Capital se justifica, siempre y cuando los criterios técnicos sean una prioridad para adelantar las talas, teniendo en cuenta los estudios presentados por el Jardín Botánico de Bogotá.
Por otro lado, la polémica por la tala de árboles, como lo afirmo la Personería de Bogotá, obedece a que ésta no se ha socializado de manera oportuna con las comunidades, por lo cual es imprescindible que la Administración Distrital, en cabeza de la Secretaría de Ambiente, delante de manera pertinente tales socializaciones.