En el marco del debate de la oposición, tras escuchar las intervenciones de la administración, el Honorable Concejal José Cuesta Novoa compartió sus conclusiones. En primer lugar, el concejal mencionó que al referirse a los tierreros de cuello blanco se refiere a personas de la "gente de bien", quienes operan con total impunidad en medio de este ecocidio.
Una de las preocupaciones expresadas por el concejal Cuesta es que ya son 50 casas las que están afectando el ecosistema de los Cerros Orientales. Además, mencionó la reciente decisión del Tribunal Superior de Bogotá de liberar a una persona directamente implicada en al menos una de las construcciones en el área de Magasa, tomada hace menos de 15 días.
Cuesta hace un llamado al Secretario de Gobierno para que tome medidas al respecto. Los Cerros Orientales son una parte crucial de la estructura ecológica principal de la ciudad, y las oligarquías de cuello blanco están llevando a cabo un proceso de depredación y ecocidio en total impunidad, cometiendo delitos de lesa humanidad, afirmó el concejal José Cuesta.
Además, el concejal destacó que el IDIGER continúa siendo el antiguo guion de la FOPA, centrándose únicamente en asistir en casos de emergencia y desastre, sin gestionar la adaptación de Bogotá al cambio climático. Si comprendiera la importancia de este último, estaría adquiriendo terrenos a privados tanto en los Cerros Orientales como en La Van der Hammen. Si el IDIGER se involucrara en procesos relacionados con el cambio climático, podría anticipar y mitigar los desastres climáticos.
El concejal José Cuesta concluyó su discurso instando a la secretaria de ambiente a considerar la propuesta de llevar a cabo un proceso de restauración ecosistémica y avanzar en la recuperación del 20% del total de las 13.000 hectáreas afectadas. Se trata no de deforestar, sino de llevar a cabo procesos de restauración ecosistémica, enfatizó el concejal José Cuesta.
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