investigaciones Desarrolladas en Colombia” y “Estado del arte de la violencia intrafamiliar en Colombia: estudios socio-jurídicos”, coinciden en señalar que los análisis sobre las causas de la violencia intra familiar, y el tratamiento que estamos dando a este tipo de violencia dentro de las que se incluye la violencia contra los menores de edad, es un campo inexplorado y donde el Estado ha tolerado la violencia, sin calcular sus efectos. En ambos estudios se señala que la ausencia de material teórico y el exceso de casuismo, limitan la comprensión del problema. Esta reflexión indica que no se cuenta con estudios que clasifiquen los patrones de conducta y que los perfiles de los agresores no están determinados, como tampoco los de las víctimas.
La concejal María Clara Name solicito a las entidades de la administracion las cifras actualizadas sobre el tema de violencia infantil, y no fue posible contar con cifras actuales para analizar la problemática, pero si se tienen en cuenta los datos arrojados en el 2013, el analisis fue el siguiente:
La tasa de mortalidad disminuyo a un 9.6 % (986 casos), la tasa de mortalidad por causas externas de niños y niñas entre 0-5 fue del 3.33% en acto violento para el mismo año, en donde el 55% de los casos fue por accidental, el 25% por tránsito y el 20% por homicidio en el cual, se presentaron 20 casos de niños y niñas fallecidos causas externas, en las localidades de Kennedy, Bosa, Suba, Ciudad Bolívar, Engativá, La candelaria, Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal; y por la desnutrición, menores de 5 años alcanzó un 4.9%.
En este contexto, los registros estadísticos de violencia en la ciudad de Bogotá para el año 2013, pese a que muestran algunas reducciones se ven oscurecidos por hechos de alto impacto.
La concejal hace un llamado de atencion a las entidades distritales, Secretaria de Salud, Educación, Gobierno e Integración social; donde se evidencio que ninguna entidad tiene hoy un estudio sobre maltrato infantil o violencia intrafamiliar claro y conciso, las decisiones de política pública en la ciudad se toman empíricamente y sobre la base de estudios que reflejan aproximaciones al problema, sin análisis ni seguimiento a los casos. Ademas cada entidad tiene fuentes de informacion diferentes y las cifras presentadas por cada una de ellas no coinciden, no se tiene ningun estudio de ninguna de ellas y los datos que debe compilar la Secretaria de salud son privados.
Es necesario tomar conciencia de la importancia que tienen los niños y niñas para el país en todos los campos, (político, económico, social y cultural), para lograr un cambio positivo para el futuro de Colombia.
En últimas, el padre y la madre son los principales responsables del desarrollo de sus hijos especialmente durante la infancia temprana antes del ingreso al sistema de educación formal. Sin embargo, las inversiones de algunos hogares pueden ser insuficientes y las inequidades sociales que conllevan a inversiones de diferente tipo y nivel pueden exacerbar las diferencias socioeconómicas entre grupos. Por tal motivo, el bienestar de la primera infancia también es una responsabilidad social en sentido que el Estado puede entrar a garantizar inversiones más igualitarias y utilizar la política de primera infancia como un mecanismo de redistribución de oportunidades.
La concejal María Clara Name reitera la necesidad de destinar más esfuerzos para que la academia colombiana elabore unos trabajos de investigación propios que determine los patrones de conducta de los victimarios y de las víctimas, con el fin de construir políticas de control a estos comportamientos. Insiste en que hay que trabajar más por la primera infancia. Los recursos ya están asignados en diferentes entidades del Distrito, las cuales ya deben estar trabajando en pro de la Primera Infancia. Ésta es la única etapa de la vida que permite la intervención directa en el comportamiento humano y con la situacion actual se evidencia que los programas no son eficaces, y que el gobierno no ha comprendido que el maltrato infantil es un problema de salud pública con efectos de mediano y largo plazo sobre la economía, la salud mental, el trabajo y las nuevas generaciones de bogotanos.