Cuantos han sido multados por expender licor adulterado o a menores de edad, o cuantos de los establecimientos públicos que se encuentran en las zonas favorecidas con el horario extendido siguen las normas de uso del suelo, de publicidad exterior, o que montan sus avisos luminosos sobre los postes del alumbrado público poniendo en riesgo la vida de las personas que acceden a estos centros nocturnos.
Nos imaginamos que muchos padres podrán sentirse seguros pensando que sus hijos están en sitios donde por lo menos las puertas cumplen con la ley, como la 361de 1997, art.48, que estipula que las puertas deben, abrir hacia afuera o en ambos sentidos, para evitar tragedias. Pero mucho más tranquilos deben estar, pensando que el pie de fuerza de nuestra Policía Nacional es suficiente para garantizar que regresen a sus casas sanos y salvos y con un sistema de transporte adecuado, responsable y vigilado hasta la madrugada.
Con este proyecto de rumba extendida, quiero pensar que cada establecimiento ha constituido una póliza de seguros contra accidentes, responsabilidad civil extra contractual o frente a terceros, y que se lo hacen saber a sus usuarios en caso de accidentes. También suponemos que existió una socialización con los vecinos del sector para llegar a una situación conciliada, o que se tomaron las medidas necesarias para insonorizar estos bares para no molestar con el nivel de ruido los hogares de los ciudadanos que a altas horas de la madrugada no rumbean pero si duermen.
Suponemos que dentro de un concepto de equidad la administración tiene un estudio juicioso que define el criterio para determinar que bares deben beneficiarse o no con el horario, a pesar de estar en la misma zona o en la misma calle, claro, dentro de un marco legal y justo donde se pueda premiar que establecimientos cumplen la ley y son responsables en la cantidad de personas que pueden entrar y salir por las ya aprobadas salidas de emergencia, que las alcaldías locales o la misma administración han verificado en estos sitios.
Infortunadamente, todo esto no es más que una suposición, porque la realidad está muy lejos de que la Administración Petro, cumpla con todas estas exigencias a los establecimientos dedicados a la rumba.
Lo más grave es que hemos podido verificar que ni las mínimas normas de seguridad se cumplen en muchos bares de la capital.
Bogotá necesita ser una ciudad cosmopolita, con actividad 24 horas, en entretenimiento, cines restaurantes teatro y comercio, pero responsablemente, con organización, cultura ciudadana, y preparación en seguridad, transporte, capacitación, empleo, y socialización con la comunidad que son los principales actores y participes. Las cosas deben hacerse al derecho como tiene que ser, sin improvisación y con estudios serios y no dando contentillos a sectores económicos exponiendo a los ciudadanos. Enfatizo el concejal Julio Cesar Acosta.
MAYORES INFORMES
Calle 36 No 28ª 41 of 207
Oficina de Prensa Tel. 2088228
Rodrigo Castro. Cel 3152345906