A pesar de que la ciudad está rodeada de grandes páramos y fuentes de agua, en la Bogotá Cuidadora se sigue vulnerando el derecho humano al agua y las personas se han visto obligados a recurrir incluso a la violencia y a desplazarse para obtener el agua, lo que catalogan como una Guerra por el Agua. De este modo, se deja al descubierto la ineficiencia de la administración en la gestión del suministro del Agua y del cumplimiento del Derecho Humano al Agua.
El caso del acceso al agua en Ciudad Bolívar es preocupante. El barrio Verbenal Sur no cuenta con agua potable desde hace más de 13 años y los barrios Austria, Ciudadela Paraíso, Bella Flor, Tierra Nueva y Bella Flor la Torre no cuentan con el servicio de agua constante desde hace 4 meses y desde hace 2 semanas el suministro de agua es nulo. Al día de hoy, a pesar de toda la lucha que ha hecho la comunidad, la situación ha llegado a un nivel insostenible, pues hay casos de agresiones y desplazamientos por obtener este preciado líquido, poniendo en riesgo la vida de más de 20.000 personas.
Frente a ello, la administración, en cabeza de Secretaría de Hábitat y La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá argumenta que no pueden suministrar agua potable en estos barrios ya que son ilegales. Sin embargo, a excepción del barrio Verbenal Sur, los demás barrios son legales. Lo cual reconoce el problema estructural sobre la gestión del agua en Bogotá. Pues la legalización de estos barrios y por consiguiente el suministro de agua, según esta administración dependerá del trámite del Decreto 555 de 2021 por el cual se adopta el Plan de Ordenamiento Territorial para Bogotá, que actualmente se encuentra suspendido.
Esta situación llevó a que el pasado 23 de agosto a una movilización masiva de más de 1.000 personas a exigir el derecho al agua para sus comunidades y manifiestan que seguirán trabajando para que se reconozca el derecho humano al agua.
Recordemos que en Colombia, luego de que la Ley 142 de 1994, considerase otorgarle una dimensión privada a los servicios públicos, el agua tomó una dimensión de mercancía y el habitante de usuario o suscriptor. En consecuencia, desde el Congreso de la República es necesario que se revise el efecto privatizador y mercantil que hay sobre el agua, este recurso no puede ser visto como una mercancía a la que no pueden acceder todos.
Bogotá no puede ser regresiva con una conquista social de la ciudadanía, que en el 2008 mediante el referendo por el agua, consagra el agua potable como derecho fundamental, liderado por la Concejala Ati Quigua, que ha promovido la garantía del acceso al agua con el Mínimo Vital gracias al Acuerdo 347 de 2008. También en muchas oportunidades ha denunciado el problema de la gestión del agua en el Distrito.
En consecuencia, debemos avanzar de la visión del agua como servicio público y mercancía al derecho humano al agua, a los derechos del agua, el territorio, la ciudad y el campo. Por ello, la garantía del acceso al agua y del mínimo vital aporta al modelo de ciudad y vida en el marco del buen vivir.
Enlaces relacionados:
Mínimo vital de agua potable “Un cambio de paradigma: del modelo mercantilista y privatizador, a un Derecho Humano al Agua Para Bogotá. En: /minimo-vital-de-agua-potable-un-cambio-de-paradigma-del-modelo/cbogota/2022-04-22/174856.php
“Inicia el cumplimiento del mínimo vital de agua gratuito. Acuerdo 347 de 2008” En: https://www.bogotasocial.org/index.php/component/content/article?id=922:inicia-el-cumplimiento-del-minimo-vital-de-agua-gratuito-acuerdo-347-de-2008
Página web: https://atiquigua.co/
