●Desempleo en la población juvenil.
●Falta de acceso a programas educativos, culturales, recreativos y deportivos
●Altos índices de deserción escolar por falta de ingresos.
●Trabajos mal remunerados o en condiciones poco favorables.
"Tenemos muchos retos presupuestales, éticos y de participación para nuestros jóvenes de estratos 1, 2 y 3, por las pocas oportunidades para acceder a la educación superior de calidad, a la vinculación laboral y a la generación de ingresos", afirmó la concejal María Clara Name Ramírez del Partido Alianza Verde.
Bogotá cuenta con una población joven, que representa el 25,1% de la población total de la ciudad, es decir, aproximadamente 2.028.845 jóvenes (48,64% mujeres y 51,3% hombres), concentrados en cinco de las veinte (20) localidades más desiguales e inequitativas del Distrito, como: Suba, Kennedy, Engativá, Ciudad Bolívar y Bosa; haciendo que las situaciones difíciles de los jóvenes se tornen más complejas de lo que es.
La concejal Name Ramírez, considera que con la actual emergencia sanitaria provocada por la pandemia del Covid-19, y los diferentes casos de corrupción que han azotado a la Universidad Distrital "Francisco José de Caldas" en estos útimos años, el panorama para los jóvenes de la ciudad es crítico, porque se les está cercenando toda posibilidad de acceso a la educación superior de calidad.
Y concluyó, a manera de propuestas, "que el reto consistía en generar más oportunidades a la población juvenil, mediante una estrategia que permita descentralizar la Universidad Distrital para que pueda tener presencia en las diferentes localidades, facilitando los diferentes horarios y fomentando la educación virtual; para mejorar las condiciones de vida de nuestros jóvenes y garantizarles las herramientas adecuadas en su formación para que puedan enfrentar los desafíos del mundo actual".