La nueva Secretaría de Seguridad nace y desde ya, tendrá que ponerse al frente de un sinnúmero de líos que hereda de la nefasta administración que tuvo por años el Fondo de Seguridad y Vigilancia del distrito.
Según el último informe de auditoría realizado por la Contraloría Distrital a esta entidad y que hoy hago público, no será nada fácil poner en orden el desgreño administrativo de las pasadas administraciones, que pusieron en juego los recursos para la seguridad de Bogotá.
La auditoría detectó todo un menú de irregularidades en las gestiones contractual, financiera y de gestión, como para escribir un Manual Anti contratación.
Para empezar el informe de auditoría señala en su página 12:
Control Fiscal Interno Contratación
En el componente de contratación, se encontraron deficiencias en la supervisión y en la ejecución de los contratos, por el desconocimiento de las obligaciones de las personas designadas para este fin, incumpliendo las obligaciones estipuladas en el Manual de Supervisión e Interventoría, vulnerando los principios de probidad, control, diligencia, oportunidad, eficiencia, eficacia y protección del interés general; falta de claridad en la redacción de minutas contractuales, dado que en varios casos copian apartes de otras minutas conllevando errores que pueden causar una mala ejecución y/o supervisión de los contratos; la no constitución de las pólizas con el cubrimiento de todos los amparos establecidos en los estudios previos, existiendo un riesgo ante posibles reclamaciones; la no publicación de los actos administrativos en el SECOP, la falta de planeación en algunas actuaciones, la designación de un solo funcionario para ejercer la supervisión de varios contratos, lo cual puede conducir a la falta de seguimiento y controles del cumplimiento de las obligaciones y del objeto contractual.
A esto se suma una serie de hallazgos muy graves tales como, tener deudas por pagar de contratos de años anteriores, que no se pueden pagar con recursos de las actuales vigencias. Ver Cuadro página 291 del informe:
Como se ven hay deudas con otras entidades del distrito, Corporaciones y hasta con Naciones Unidas que suman más de 1700 millones de pesos y que difícilmente el distrito podrá pagar por ser hechos cumplidos.
Además la Secretaría de Seguridad hereda una serie de elefantes blancos que el Fondo de Vigilancia construyó por años y nunca pudo terminar.
Varias de estas obras como el Comando de la Mebog ya presentan un profundo deterioro, por llevar varios años abandonada y según conocimos desde el cabildo distrital, un concepto de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, indicaría que parte de la estructura debería ser derribada, por presentar fallas producto de su larga exposición a la intemperie.
Pero además en las bodegas del Fondo de Vigilancia quedaron 835 bienes por más de 7.500 millones de pesos, comprados y nunca usados por errores en la adquisición al no tener las especificaciones requeridas.
Finalmente en este rosario de herencias nefastas que el Fondo de Vigilancia le deja a la Secretaría de Seguridad, se reportan 23 vehículos y motocicletas, que hoy son chatarra pero que en vez de dar de baja, siguen en los inventarios creando gastos innecesarios en seguros y vigilancia.
Esta es una pequeña muestra del gran menú de errores detectados por la contraloría distrital en el Fondo de Vigilancia, la auditoría corrobora las denuncias que he venido haciendo a lo largo de los últimos meses y dejan claro que dicha entidad, debió ser liquidada como se hizo, porque con los recursos de la seguridad de Bogotá no se juega.
62 hallazgos administrativos, 36 disciplinarios, 10 fiscales y hasta varias investigaciones penales dejan claro que el Fondo de Vigilancia, se practicaba todo un manual de anti contratación, donde ni se publicaba a tiempo en el SECOP los procesos de contratación en curso. Los invito a leer las 481 páginas del informe, donde encontraran más irregularidades.
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