Esta medida, impulsada por la Secretaría Distrital de Movilidad, busca incrementar el recaudo por infracciones de tránsito. Sin embargo, surge la pregunta: ¿Es esta una estrategia para mejorar la seguridad vial o una herramienta para aumentar los ingresos del Distrito? señala el concejal por el Centro Democrático, Humberto ‘Papo’ Amín. Antes de implementarlas, sería más adecuado no solo realizar estudios de velocidad que determinen los límites que soportan los corredores viales principales, sino los que respalden su efectividad, ubicación y necesidad. “Es momento de que se tenga en cuenta a los conductores de la capital del país, alguien tiene que defenderlos”, indica Amín.
La exposición de motivos del proyecto de presupuesto, desarrollada por la Dirección Distrital de Presupuesto, revela que la proyección de ingresos por infracciones de tránsito y transporte se realizó utilizando un modelo que tiene en cuenta el incremento en el número de comparendos. Esto incluye el impacto que tendrán las 80 nuevas cámaras, que estarían operativas a partir de 2025, según las estimaciones. Además, los ingresos proyectados se basan en el comportamiento histórico de sanciones y el aumento de la "imposición" de multas mediante sistemas de detección electrónica.
La metodología empleada para proyectar el recaudo utiliza modelos estadísticos basados en un método que considera los datos de años anteriores (2022, 2023 y hasta mayo de 2024), inclusive se reconoce que se tienen en cuenta las gestiones necesarias de recuperación de cartera. Sin embargo, no se ha evidenciado ni demostrado por parte de la Secretaría de Movilidad que esta medida esté enfocada en salvar vidas o en mejorar la seguridad vial, sino en incrementar el número de fotocomparendos para fortalecer el recaudo de ingresos.
Ante esta nueva medida contemplada en el Proyecto de Presupuesto 2025, el cabildante Amín hace un llamado al Alcalde de la capital del país, y cuestiona realmente si esto es lo que busca la Administración Distrital: ¿Alcalde Carlos Fernando Galán, está usted de acuerdo con implementar estas nuevas cámaras sin que sea claro y demostrado el objetivo de reducir los accidentes de tránsito y proteger la vida de los ciudadanos? ¿Es prioritario recaudar más a costa de los bogotanos sin asegurar una mejora en la seguridad vial?
Para el concejal Amín ese rubro donde pretenden añadir recursos para más cámaras de fotodetección debe ser revisado con lupa para determinar su procedencia y necesidad, así como también hacer un seguimiento riguroso en detalle de en qué se han gastado los cuantiosos recursos percibidos por parte de las multas de tránsito en Bogotá.
Indica Amín que “Es preciso que revisemos la procedencia de esos nuevos recursos para cámaras de detección electrónica de infracciones, porque ya comprobé con cifras que no salvan vidas y tampoco la ciudadanía ve la inversión de esos recursos que en teoría debían ser gastados en ejecución de los planes y proyectos del sector movilidad, en planes de tránsito, transporte y movilidad, en educación, en combustible, en seguridad vial, o en transporte motorizado”.
Pero lastimosamente solo vemos, siendo esto legal y estando dentro de las destinaciones posibles, que se priorizan los recursos es para gestión del recaudo y en dotación de equipos que no es precisamente lo que la gente necesita, ni se refleja en cifras de vidas salvadas”
Este aumento en el número de cámaras de fotomultas genera entonces varias inquietudes entre la ciudadanía, que cuestionan si el propósito real es el de cuidar sus vidas en las vías o simplemente incrementar las arcas del Distrito.
En la exposición de motivos queda claro que el interés de la Secretaría de Movilidad es principalmente recaudar, pasando por alto que el alcalde Carlos Fernando Galán ha expresado que ese no es el propósito de las cámaras de fotomultas.