Este tema se ha convertido en una problemática social toda vez que empezó a evidenciarse la ausencia de niños en aulas de clase y se incrementaron las cifras de menores de edad ejerciendo trabajos en la mayoría de los casos no remunerados y en condiciones peligrosas, lo cual afecta su salud física y mental e impide un adecuado desarrollo.
El trabajo infantil abarca cualquier cantidad de formas de ejercerlo y muchas veces y aún más preocupante es la misma familia quien los priva de su infancia y obliga a realizar labores no propias de un niño.
La concejala María Clara Name, quien tiene como prioridad de su gestión a los niños y los ha catalogado como ejes fundamentales de la familia, rechaza la explotación laboral de menores de edad.
“Los niños deben jugar, bailar, correr, estudiar y aprender, como base fundamental para su desarrollo, rechazo totalmente cualquier acto que atente contra el normal desarrollo de los niños, por eso aprovecho este día para que cada uno de nosotros reflexionemos sobre el tema y tengamos en cuenta que los niños tienen derecho a soñar, jugar y a vivir una infancia en las mejores condiciones y respetándole sus derechos” agregó la concejal.
Teniendo en cuenta las cifras del DANE[1] para Diciembre de 2014 el 10.2% de la población infantil en Colombia ejerce un trabajo, es por eso que organizaciones como la ONU y la OIT no han escatimado en esfuerzos para la eliminación en su totalidad del trabajo infantil.