Los pueblos indígenas, hoy 12 de octubre, día que representa la mayor muestra del intento por reducirnos, elevamos nuestras voces desde nuestros territorios ancestrales, pueblos y ciudades para hacer un llamado a la humanidad, que ha llegado el momento de procurar el vivir bien, el Buen Vivir.
Es momento de recuperar la esperanza, de respetar el ordenamiento de nuestros territorios sagrados, de reconocer los lugares donde se encuentran nuestros Padres y Madres espirituales. No podemos continuar con este sistema depredador que acaba con nuestros cuerpos vivos de agua, nuestras suelos fértiles, fuentes de alimentación y soberanía, poniendo en riesgo la salud y la pervivencia de nuestras comunidades y la humanidad entera.
A lo largo de estos 529 años, las estructuras de gobierno propio han sido eclipsadas por figuras creadas por el Estado colombiano que desconocen la gobernanza tradicional de los pueblos indígenas. Se crearon los cabildos como una forma de controlar y reducir nuestra cultura, en aquellos territorios que fueron dejados por nuestros ancestros para el disfrute de nuestros planes de vida en comunidad, queriendo desarraigarnos de la tierra con la cual somos uno.
Por otro lado, la pandemia que vivimos en la actualidad ha dejado en evidencia una crisis civilizatoria y el fracaso del modelo económico que impera en el mundo, orientado por el capitalismo y un extractivismo arrasador. Por ello, ha llegado el momento de tomar una decisión y una postura frente a este camino que nos está llevando a sucumbir ante un inminente suicidio de la humanidad.
Debemos pasar de una democracia agonizante, a una democracia vital. Es el momento de pasar de la resistencia a la reexistencia, el buen vivir como alternativa civilizatoria por un futuro saludable, justo, sustentable y en paz.