- Una estrategia social para promover la solidaridad y disuadir a la delincuencia en la ciudad.
- Una idea que busca reaccionar de manera pacífica pero que llama la atención de la comunidad para reaccionar frente a los hechos de violencia en Bogotá.
La inseguridad en la ciudad es un asunto de todos. Hoy, no hay quien esté exento de ser víctima de la delincuencia. En la calle, en el comercio, en el sistema de transporte público, cualquier lugar se convierte en escenario para el accionar de bandas criminales que se encuentran al acecho. El pasado 24 de enero, mientras el concejal Javier Ospina participaba en el pleno de Cabildo Distrital en un debate de seguridad, su esposa estaba siendo atacada con arma blanca dentro del sistema de Transmilenio. Esa delicada situación inspiró el desarrollo de una campaña social que busca que la comunidad alerte de forma temprana hechos de peligro, violencia, acoso, robo y cualquier hecho delincuencial en la ciudad.
A través del sonido de un silbato se busca llamar la atención de otros ciudadanos para que en un gesto de solidaridad y empatía con el otro, se unan contra la criminalidad, que al escuchar el llamado de auxilio por los pitos desistan de cometer su fechoría. Intentamos que autoridades y empresarios del comercio formal se sumen a esta iniciativa para actuar frente al creciente número de agresiones en toda Bogotá.
Algunas cifras del aumento de la criminalidad en la ciudad
Durante 2021 se presentaron 53.583 hurtos dentro del sistema Transmilenio, es decir 47% más que lo registrado en 2020, cuando se denunciaron 36.360 robos. Desde hace cinco años, los casos van en aumento, en 2017 13.736; en 2018, 17.333 y 2019, 19.921.
Lo mismo ocurre con el hurto de bicicletas, desde 2017 se han reportado 39.861 robos, solo el año pasado 9.263. Hasta el 26 de enero de 2022, el registro fue de 456.
En materia de motocicletas el panorama es igual de desalentador. Entre 2019 y 2021 se hurtaron en Bogotá, 12,483 motos, de ellas 4,673 solo en 2021, el registro histórico más alto.
Las cifras son alarmantes pero es mucho más preocupante el subregistro de las miles de personas que no denuncian ante la baja confianza del aparato judicial o de las labores operativas de las autoridades.
Con PARO, PIENSO Y PITO buscamos una solidaridad de rebaño, vacunarnos contra la indiferencia y que nos pongamos el refuerzo de la empatía para hacer una ciudad más segura, una ciudad Buena Nota.
PRENSA 3107681396
