Ante los inconvenientes técnicos que tiene el proyecto de Transmilenio por la Av. 68, la concejal Mafe Rojas asistirá este miércoles a la Procuraduría General de la Nación junto con la comunidad, para presentar personalmente las observaciones en materia presupuestal y operacional que ha venido denunciando en los últimos meses sobre este proyecto de movilidad que sería adjudicado el próximo jueves 23 de enero.
La concejal del Partido Alianza Verde aseguró que pese a que los órganos de control poseen toda la información del proyecto, se requiere un pronunciamiento oficial que permita salvaguardar los $3.2 billones de recursos públicos que costaría el proyecto.
Una de las observaciones que la cabildante ha señalado tiene que ver con el costo que según las diferentes licitaciones de obra e interventoría estaría alrededor de $3.2 billones. El Instituto de Desarrollo Urbano, IDU asegura que el costo real a 2019 es de $2.88 billones, pero ya que hay algunos pagos diferidos en el tiempo la cifra total que desembolsará el Distrito hasta 2031 sería de $3.2 billones.
“Entre el presupuesto de la obra llama la atención un rubro de $126 mil millones de pesos para mantenimiento por 5 años. la cifra es llamativa ya que se esperaría que una obra recién construida no debería generar costos de mantenimiento para el Distrito y en dado caso, esos costos debería asumirlos el constructor”, explicó la concejal Rojas.
En materia operacional la concejal explicó que al estar descartado el proyecto de Transmilenio por la carrera séptima, ya no existirá el patio taller en la calle 200, lugar donde dormirían no solo los buses de la carrera séptima sino también la mayoría de los buses que circularán por la Av. 68. Esto obligaría que los buses que empiecen su recorrido en la calle 100 en el borde oriental, deban recorrer una gran distancia vacíos partiendo desde portal Suba o Portal Dorado. Serían alrededor de 11 km en el primer caso y 13 km en el segundo.
De igual forma Rojas señaló que uno de los objetivos de esta troncal es la de descargar a la NQS y a la Caracas de viajes que van hacia el centro o hacia el norte, generando una alternativa por la Av. 68. Sin embargo, la ausencia de conexiones operacionales o la limitación de las proyectadas, harán que cumplir este propósito sea muy complicado.
“Por ejemplo, no existirá conexión operacional de la Av. 68 ni con la calle 80 ni con la Autopista Norte, los usuarios deberán salir del sistema e ingresar nuevamente para el cambio entre estas troncales. Actualmente no existe el transbordo entre troncales, lo que llevaría probablemente a que los usuarios deban pagar doble pasaje”, advirtió la concejal.
Otras conexiones operacionales como el de la Av. Dorado son muy limitadas solo tienen conexión de sur a oriente, es decir los buses que vengan del norte por la Av. 68 no podrían tomar la Av. Dorado. Por ejemplo, un usuario que venga de la Av. Suba o de la Calle 80 deberá hacer múltiples transbordos para lograr llegar a la estación Universidades, con lo cual preferirá seguir usando su ruta tradicional. Caso similar pasaría con los usuarios que de la calle 80 y Av. Dorado deseen ir hacia el norte. Esto sumado a la gran cantidad de predios que deben adquirirse y que afectaran a muchos comerciantes del sector. Se tienen destinados más de medio billón de pesos para la compra de los mismos.
Adicionalmente la concejal insistió que lo prudente es que se suspenda la licitación hasta tanto no se tenga total seguridad de que el asesor Germán Orlando Corredor Aguilera, detenido el 19 de noviembre por corrupción en el IDU, quien "revisó y aprobó" los estudios previos de los pliegos del proyecto de Transmilenio por la Av. 68, no haya tenido alguna injerencia en el proyecto.
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