En este tema hay una colisión de derechos fundamentales en juego, como el de la protección del espacio público, así como también el de la protección del derecho al trabajo. Por lo anterior, se tiene que buscar, por medio de la Administración Distrital, una solución integral, en donde no solo la Secretaría de Gobierno a través de las alcaldías locales, sino también la Secretaría de Salud, del IPES y de la Secretaría de Desarrollo Económico, se regule la prestación del servicio de venta ambulante de alimentos.
En diferentes oportunidades se han presentado debates de control político relacionados con esta problemática, y en todos se resaltan los elementos dispuestos en las leyes y en el mismo Código de Policía, pero tenemos que dirigir nuestros esfuerzos como concejales para facilitarles las condiciones laborales a las personas que se dedican a esta actividad económica, en defensa del derecho constitucional al comercio informal, porque a estos vendedores informales, estacionarios, semiestacionarios y ambulantes se les debe proteger su principio del derecho al trabajo. Por lo anterior, le solicito a la Administración Distrital que no le cambiemos las reglas del juego a esta población en medio del camino, en virtud del respeto al principio de la confianza legítima.
De acuerdo con lo anterior, propongo la elaboración de un catálogo de requisitos, a los cuales se puedan acceder con facilidad y que les permita a los ciudadanos ejercer la comercialización de alimentos de forma fácil e higiénica, sin ser atropellados por los cambios en las reglas del juego, porque ellos también se han visto sometidos a unos requisitos sustanciales por parte de la Administración.
Naturalmente, es necesario someter a un continuo y estricto control las condiciones sanitarias de los puestos de venta de alimentos ambulantes, pero insisto en que las secretarías no deben actuar por separado, pues la Administración es una sola, por lo tanto, el control debe ser ejercido de manera integral.
Si ponemos las reglas del juego sobre la mesa, podríamos hacer una verdadera administración para todos estos vendedores informales, que lo único que buscan es ejercer su derecho constitucional al trabajo, llenando todos los requisitos que la Administración Distrital les fije.