Los días 30 y 31 de agosto se llevó a cabo un debate en el Concejo de Bogotá sobre la financiación de la segunda línea de metro de la capital.
En su intervención como vocero del Partido Alianza Verde, el Concejal de Bogotá Martín Rivera Alzate habló del alto costo que tiene para la ciudad la construcción de esta línea del metro con el modelo de negocio propuesto por la Alcaldía.
Según Rivera, pedir un cupo de endeudamiento por $9.4 billones de pesos en un momento donde Bogotá está históricamente endeudada, hay extrema incertidumbre internacional y donde las necesidades más urgentes de la ciudadanía no están siendo resueltas, no es más que una desconexión alarmante con la realidad.
Puesto que, como menciona, “es un proyecto que está siendo estructurado sin utilizar fuentes audaces, ni alternativas innovadoras de financiación, lo que ocasiona que Bogotá continúe siendo una ciudad atrasada en la manera en que financia grandes proyectos de infraestructura, en comparación a otras ciudades en el mundo”.
Por ejemplo, en Manila, San Francisco y Nueva York, después de invertir en proyectos de movilidad, el valor del suelo próximo aumentó 510%, 349% y 157%, respectivamente. Entonces, “¿por qué Bogotá sigue viendo la captura de valor del suelo como un instrumento residual para financiar estas infraestructuras?”, cuestiona el Concejal.
En medio del colapso financiero del sistema de transporte, el aumento de los colados y el alto gasto de los hogares más vulnerables en transporte (30 - 35% de sus ingresos, reduciendo su capacidad de consumo), es momento de pensar soluciones audaces que garanticen el derecho a moverse en Bogotá.
Adicionalmente, Rivera afirma que la selección de la alternativa de contratación se hizo a partir de métodos subjetivos, cualitativos y no económicos. De esta manera, se descartó la obra pública y se optó por una concesión a 20 años, ¿dónde están los métodos económicos y la comparación de escenarios financieros para tomar decisiones?
Otras experiencias internacionales han demostrado que existen varios instrumentos disponibles para la captura de valor y que sí hay alternativas innovadoras de financiamiento, como los certificados de edificabilidad adicional y el cobro por plusvalía, entre otros.
Es decir, es posible construir infraestructura sin valerse únicamente de endeudamiento; aprovechando la publicidad en el transporte, los instrumentos de captura de valor del suelo, el área comercial generada y otras fuentes novedosas.
Al respecto, el POT decretado tiene una larga lista de instrumentos, pero no hay claridad sobre su implementación en torno a la construcción del metro.
Por estas y otras razones, en la Sesión Tercera realizada el 1 de septiembre, el Concejal Martín Rivera Alzate votó “No” a la manera en que se piensa financiar la segunda línea del metro de Bogotá. El proyecto fue aprobado con 10 votos a favor y 5 en contra en la comisión de Hacienda. Pasará a ser debatido en la Plenaria del Concejo.
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