Las problemáticas del Sistema Integrado de Transporte Público –SITP- tienen diversas causas y encuentran sus raíces en distintas administraciones, debido a malas decisiones políticas, tanto en la planeación como en la estructuración y puesta en marcha del sistema, que han dejado a varios operadores en la quiebra, al Distrito con una situacion financiera caótica y decenas de buses en condiciones deplorables transitando por la ciudad. Todas estas características nos llevan a pensar que el SITP, que tanto se ha defendido en diferentes escenarios, tiende necesariamente a un colapso general.
Desde el año pasado se han experimentado varias protestas de los usuarios debido a las irregularidades que presenta el SITP, las cuales se han replicado en municipios aledaños como Soacha, dando lugar a enfrentamientos entre usuarios y la fuerza pública. Adicionalmente, las alzas en las tarifas han generado un gran inconformismo en la ciuddanía ya que no se ven reflejadas en la calidad del servicio y hoy estamos ad portas de un nuevo aumento que solo es válido únicamente si se presta un servicio eficaz, adecuado y oportuno para la ciudadanía.
La crítica situación financiera del SITP
La Superintendencia de Sociedades –Supersociedades- realizó un estudio en el que se evidenció que los estados financieros de los nueve operadores que conforman el SITP se deterioraron progresivamente entre 2014 y 2016, periodo en el que sus perdidas fueron por más de $559 mil millones. Al cierre del año 2017 los pasivos totales superaban los $3.7 billones, lo cual es una situación financiera alarmante. Adicionalmente, la Supersociedades ha dicho que en el curso de los procesos de liquidación se han presentan serios obsataculos para ubicar los buses y los que se han recuperado presentan serios deterioros; adicionalmente, se han presentado problemas en los certificados de tradición y libertad de algunos vehículos. Todo esto hace más difícil la situación de las empresas empeorando, a su vez, la prestación del servicio.
Sin embargo, la Supersociedades ordenó la devolución de 26 buses al SITP que estaban en manos de ECOBUS, una de las empresas del sector que está en quiebra, ya que la Supersociedades reconoció la propiedad de los vehículos a los pequeños propietarios que presentaron debidamente la reclamación durante la audiencia pública que se celebró dentro del proceso de insolvencia que adelanto la entidad.
En este sentido, la Superintendencia ha venido adelantando la reorganización o validación judicial de más de 208 sociedades admitidas en el marco de la Ley 1116 de 2006, y durante los primeros meses del año 2017 se admitieron 117 sociedades más a estos procesos de reorganización, iniciando la liquidación de 98 sociedades en los primeros 9 meses de 2017, periodo en el que la entidad reportó el cierre de 84 procesos.
Vale la pena resaltar que la prioridad debe ser garantizar una óptima y eficiente calidad del servicio, pues los rezagos que se vienen presentando en varios aspectos del SITP afectan de manera significativa la prestación del servicio. Para que sea justificable un alza de las tarifas debemos exigir que exista una reciprocidad, tanto cualitativa como cuantitativa, de los servicios prestados por el SITP.
Para concluir este importante debate, cabe resaltar que las principales problemáticas que presenta el Sistema Integrado de Transporte público en el Distrito Capital, y que a su vez afecta a los usuarios, son la falta de rutas que aún no cubren amplios sectores de la ciudad, los colados, pues se calcula que la mitad de los usuarios del sistema no pagan su pasaje, el retraso y demora en las rutas, y el alto costo, que no se ve reflejado en la mejora de la prestación del servicio. Adicionalmente, cabe destacar que el cálculo impreciso en los costos de operación ha ocasionado pérdidas millonarias a los operadores, que se han visto reflejados en las alzas de la tarifa de los dos últimos años.