A partir de enero del próximo año, pagando 2’066.200 semestrales o 4’000.000 anuales podrían llegar a estar exentos del pico y placa en la capital del país, el cual rige de lunes a viernes de 6 a 8:30 a. m. y de 3 a 7:30 p. m.
Dicha medida ya se había aprobado por parte del concejo de Bogotá desde que se acogió el Plan de Desarrollo que rige actualmente por la administración y se reglamentó este miércoles mediante decreto de la Secretaría de Movilidad, el cual tiene como fin de no motivar el uso de un carro alterno.
El dinero que se va a recaudar irá para el SITP, cubrir las deudas, que para inicios de este año acumula 2,7 billones de pesos, dos operadores quebrados e infinidad de quejas por mal servicio. Según explica Juan Pablo Bocarejo (Secretario de Movilidad) “Esta medida tuvo una demanda que impidió que la implementáramos, pero con el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno del presidente Iván Duque, se dio la posibilidad a municipios y ciudades de establecer un precio público que podían pagar voluntariamente los ciudadanos para acceder a zonas que tenían restricción de circulación”, añadiendo que “para tomar la decisión hicieron un estudio que determinó que de ser implementado este cobro, entre 50.000 y 60.000 ciudadanos estarían dispuestos a pagarlo. De hecho, calculan que en el 2020 se podrían recaudar unos 177.000 millones de pesos y que para el 2025 la suma podría alcanzar unos 460.000 millones de pesos”.
Dicha medida permitirá que se pare el parque automotor, el cual va en constante crecimiento, que, según los cálculos, entre 50.000 y 60.000 ciudadanos estarían dispuestos a pagarlo y se llegarán a recaudar 177.000 millones de pesos que servirán para mitigar deudas.
Sin embargo, los ciudadanos afirman que no es una solución a fondo, ya que ninguna alternativa hará que las personas dejen de usar el carro particular, argumentando que “El mundo habla hoy de ofrecer buen transporte público; la gente se baja del carro si este es óptimo, por mayores cobros en vías o por subir con una sobre tasa los estacionamientos. Pero hay un riesgo siempre y es: ¿qué pasa con la moto? Es un vehículo que anda por ahí, que nunca paga nada y se vuelve una salida para quienes se bajan del transporte público, Esta nueva medida que se implanta es una especie de cobro por congestión, pero es anual. El verdadero cobro por congestión es en zonas específicas de alto flujo vehicular, una especie de peaje urbano para un sector, no para una vía. Eso se ha discutido cuatro veces en el Concejo y siempre ha sido rechazado”.
