La administración Distrital, presentó un Proyecto de Acuerdo al Concejo de Bogotá, donde buscan la autorización de Vigencias Futuras por un valor de TRECIENTOS SESENTA Y NUEVE MIL MILLONES DE PESOS para la operación de “13 colegios nuevos” bajo la modalidad de concesión ahora llamada Administración del Servicio de Educación, para los próximos 10 años, es decir desde la vigencia 2019 a la vigencia 2028.
La concesión es un modelo en el que el Distrito construye los colegios y financia la operación con dinero pública, pero el sector privado es quien lo administra.
Como es obvio, la Secretaría de Educación presentó este “Modelo de Administración del Servicio Educativo” (también conocido como Concesión) como la salvación que tiene esta Alcaldía para garantizar una educación con calidad que permita el acceso y permanencia de la población, ya que ellos directamente son incapaces de generar acciones que permitan cerrar las brechas educativas existentes y contribuir al mejoramiento de la calidad en la educación.
Sin embargo, es claro que esta medida más allá de limitarse a la prestación de un servicio público, enmarcado bajo los criterios dados por la Ley y las cláusulas contractuales no aporta mayores beneficios a la calidad en la educación y menos a garantizar la permanencia de los niños en las instituciones educativas. Es una evidente necesidad del señor Alcalde Enrique Peñalosa de privatizar los servicios públicos bajo el supuesto de “mejores condiciones de calidad” sin embargo lo que se demuestra es la incapacidad cada vez más creciente de las administraciones de garantizar los servicios que son propios del Estado a la ciudadanía.
Y esto queda aún más evidente en la respuesta que envía la Secretaría de Educación a los Honorables Concejales en Respuesta a las preguntas del primer debate del Proyecto de Acuerdo, donde la Secretaría presenta las ventajas y beneficios de los colegios en concesión frente a los colegios distritales administrados directamente por dicha institución, mostrando los mejores resultados alcanzados por los colegios en concesión por ejemplo en las pruebas SABER o mostrando los indicadores como el de deserción escolar; aprobación escolar, en donde justifica la concesión de los colegios con su peores resultados educativos.
Por otra parte, este Modelo de Administración del Servicio de Educación tampoco garantiza condiciones laborales óptimas para los docentes que trabajan en los colegios operados bajo esta figura, ya que se sigue manejando la contratación por prestación de servicios, que no garantiza continuidad y menos la calidad de los docentes que prestan sus servicios, ante la incertidumbre frente al pago de sus honorarios o la baja remuneración que se puede recibir bajo esta modalidad de contratación.
Esta es una muestra más de la ineficiente Administración que tenemos en la actualidad, y que busca dejar endeudada la ciudad sin pensar en el futuro de las siguientes generaciones
