De este modo, la Administración Distrital no solo desconoce las convenciones internacionales para el tránsito y la movilidad, regladas a nivel nacional por el Ministerio de Transporte, sino que pone en riesgo la vida y la seguridad de conductores, transeúntes y ciclistas.
Es claro para el cabildante de Bogotá, que este uso inadecuado de las calles, es una campaña promocional explícita y una plataforma publicitaria para favorecer sectores minoritarios específicos, lo cual, como es el talante de Peñalosa, rompe con la imparcialidad y la neutralidad a las que el Distrito está obligado.
En septiembre del año pasado, por esta misma circunstancia, Ramírez presentó una acción de tutela contra la Alcaldía Mayor, y la Secretaría de Movilidad tuvo que abstenerse de pintar calles porque aceptó la inviabilidad técnica de esta acción.
Finalmente, el Concejal de la Familia afirmó que “esta acción constituye un abuso y extralimitación de las autoridades distritales, en detrimento de las tantas miradas de esta ciudad cosmopolita, conformada en su mayoría por otras comunidades”.
MARCO FIDEL RAMÍREZ
Concejal de Bogotá
Liliana Parra
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