Como lo dice el refrán popular “Abril lluvias mil”, y es lo que le espera según los pronósticos, a la capital de la ciudad, que durante lo corrido de este año ha estado afectada por las lluvias torrenciales que han provocado varios colapsos viales e inundaciones.
Las lluvias no han parado durante estos meses en Bogotá, lo inundan todo, afectan la movilidad y torpedean la operación del transporte público y particular. Sin ir más lejos, en el puente festivo del 20 de marzo, se presentaron 36 emergencias y las localidades más afectadas fueron Usme, Rafael Uribe Uribe y Chapinero.
Son tales las inundaciones que a veces parece que el sistema de alcantarillado no es suficiente, aunque la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), dice en sus reportes que, durante la actual administración, entre el 2020 y el 2022, se han construido cerca de 316 kilómetros de nuevas redes locales de alcantarillado.
Según la EAAB y la información publicada recientemente por El Tiempo, son doce los puntos críticos en Bogotá donde se presentan las mayores inundaciones, estos son: la avenida 68 con Primero de Mayo y la 68 entre las calles 68 y 63; la avenida Caracas en la zona del deprimido de la Calle 80 y la Caracas en la zona de la Escuela de Artillería- La Picota; la calle 13 con carrera 96 en el Sector El Playón de Fontibón y la Calle 13 entre carreras 134 y 136, sector Kasandra; la Boyacá con calle 64 sur, en el sector de Meissen; la avenida 9ª NQS, entre las calles 106 y 112; la carrera 10ª con calle 6ta; la autopista Norte entre las calles 195 y 210; la avenida Las Américas sentido oriente- occidente con carrera 50 y la carrera 7ª en el sector de la Universidad Javeriana.
Pero el panorama es el mismo de todos los años, algunos barrios tienen problemas con sus corredores de alcantarillado, se roban las tapas de las alcantarillas, algunas vías y calles están sin pavimentar, hay huecos donde se acumula material de arrastre y se hacen pozos, y en otros casos, hay un mal manejo de residuos por parte de algunas comunidades. También complican la situación, los residuos de construcción y escombros, que, si no se disponen bien, pueden taponar los sumideros y las redes de alcantarillado pluvial.
Se han realizado campañas para que las comunidades, por ejemplo, arrojen residuos como los pañitos húmedos a la caneca para proteger el medio ambiente y la infraestructura del alcantarillado, ya que este tipo de residuos también puede generar taponamientos en el alcantarillado sanitario. Según el Acueducto “es importante crear conciencia y cultura ciudadana. Cerca del 50% de los residuos que se arrojan al alcantarillado que llegan a la PTAR Salitre corresponden a material higiénico que debería ir a la caneca de la basura y no al sanitario, después de su uso”.
Aunque los operarios de alcantarillado de la EAAB hacen una gran labor limpiando los pozos, destapando las alcantarillas y en el mantenimiento de las redes, aún falta mucho por hacer, y son muchas las toneladas de basura y escombros que diariamente tienen que extraer.
Todos somos responsables de cuidar las redes de acueducto y alcantarillado de nuestra ciudad, es un esfuerzo conjunto, el de hacer una correcta disposición de los desechos que se generan en los hogares y, especialmente, los que se generan en las obras de construcción. No se deben arrojar basuras, ni escombros a las calles y mucho menos en los sumideros del alcantarillado pluvial o cerca de las alcantarillas, ni en los canales de aguas lluvias. Es imprescindible contribuir a la labor diaria que hace la EAAB.
BOGOTÁ, 31 marzo de 2023
3- Periódico El Tiempo.
