Este martes 20 de octubre fue aprobado en la Comisión de Hacienda el cupo de endeudamiento para Bogotá por un valor de $10.8 billones. Para el concejal Rolando González, al igual que el Plan Marshall, este no es un proyecto para reactivar la economía de la ciudad si no para cubrir el desfinanciamiento del plan de desarrollo.
De acuerdo con el cabildante, con la aprobación de este nuevo cupo, al final de este cuatrienio, el gobierno distrital dejará empeñadas las finanzas de la ciudad, pues Bogotá quedará debiendo el 80% de sus ingresos.
Resulta preocupante, que los proyectos de movilidad quedaron en su mayoría ligados a este nuevo cupo de endeudamiento. El 50% ($5.3 billones), se destinará a obras de Transmilenio, del IDU y del Metro. El concejal hace un llamado para que estos recursos se desembolsen rápidamente y se puedan ejecutar, de lo contrario las obras no se verán en esta administración.
Por otro lado, este cupo contempla una serie de proyectos que no generan un gran impacto en la empleabilidad de la capital, pero tampoco son pertinentes, porque deberían ser cubiertos con los recursos ordinarios de la ciudad.
El concejal González cuestionó los recursos destinados a la Secretaría de Integración Social, que debería ser la entidad líder en atender la crisis de los más vulnerables. En total tendrá $287 mil millones que destinará a la compra de materiales y suministros, muebles, enceres, pago de asesorías y consultorías, gastos operativos y adquisición de predios que no resultan oportunos en etapa de post pandemia.