Este lunes, la Comisión de Hacienda adelantó el primer debate del Proyecto de Acuerdo 124 de 2021 “Por el cual se promueve la alimentación vegana en el Distrito Capital”, de autoría de las concejales Andrea Padilla y María Fernanda Rojas del partido Alianza Verde.
Quien inició la ronda de intervenciones fue el concejal ponente coordinador Álvaro Acevedo. Él rindió ponencia positiva y aseguró que el proyecto muestra que las dietas basadas en productos de origen vegetal son saludables y seguras en todas las etapas de la vida. “Este proyecto promueve una alimentación ética que incluya la consideración moral de los animales en todas las entidades públicas distritales", dijo.
Por motivos personales, la concejala Ana Teresa Bernal tuvo que retirarse de la sesión, pero dejó radicada ponencia positiva con modificaciones frente al Proyecto de Acuerdo.
Mientras tanto, la concejal Andrea Padilla explicó que este Proyecto de Acuerdo buscaba promover la alimentación vegana a través de lo que se ha denominado “lunes verde”. Es decir, establecer un día a la semana para que en instituciones educativas y entidades donde se provean alimentos se de prioridad a la alimentación basada en plantas.
“La ganadería es responsable del 18% de las emisiones de gases de efecto invernadero, medidos en equivalentes de CO2. Existen pruebas convincentes de que las carnes procesadas causan cáncer, diabetes y enfermedades cardiovasculares. Las dietas basadas en plantas, verduras y frutas son saludables y seguras", añadió la concejal.
Como coautora de la iniciativa, la concejal María Fernanda Rojas afirmó que “en este Proyecto de Acuerdo hay un espíritu de fomentar la alimentación vegana para mitigar el dolor de otros seres sintientes” y aclaró que, hasta ahora, no está reconocido el derecho a solicitar un menú vegano en las Instituciones Educativas Distritales.
Ante las declaraciones de los ponentes y autoras del Proyecto de Acuerdo, Adriana Ardila, vocera de la Administración Distrital, aseguró este proyecto es muy pertinente y combatiría la inseguridad alimentaria. Pero precisó que el título de la iniciativa debía regresar a su versión original: “Por el cual se promueve una alimentación sostenible, ética y saludable en el Distrito Capital”.
Natalia Parra, Subdirectora de Cultura Ciudadana del Instituto de Protección y Bienestar Animal, añadió que “el espíritu del Proyecto de Acuerdo hace frente a situaciones que nos aquejan como la crisis climática”.
Tras estas intervenciones, los concejales aprobaron la unificación de las ponencias positivas. Sin embargo, la mayoría de los cabildantes de la Comisión de Hacienda votó de forma negativa la ponencia y, por ende, la iniciativa fue archivada.
Algunos concejales pidieron un espacio para explicar su voto. Marco Acosta, Lucía Bastidas y Carolina Arbeláez aseguraron que creen en la libertad de los ciudadanos para elegir qué comer y por eso consideraron incorrecto establecer qué debe ir en la dieta de alguna persona.
Mientras que el concejal Edward Arias aseguró que, al ser médico, no puede negar las propiedades que tiene la proteína animal en la salud de niños y adultos; Andrés Forero dijo que votó de forma negativa la iniciativa porque el texto mantenía artículos con los que estaba en desacuerdo y Óscar Ramírez señaló que no pudo garantizar que el proyecto no afectaba el marco fiscal de mediano plazo.
Sin embargo, hubo concejales que votaron de forma positiva el proyecto. Carlos Carrillo dijo que la iniciativa promovía el veganismo como opción éticamente correcta, Luis Carlos Leal aseguró que en ningún momento se estaba imponiendo ninguna forma de alimentación y Álvaro Acevedo añadió que miraba el proyecto desde el ángulo de incentivar la ingesta de frutas y verduras.
Si la concejal Andrea Padilla lo desea, podrá radicar esta iniciativa nuevamente o con ajustes para que curse el trámite desde cero en la Corporación.
OFICINA ASESORA DE COMUNICACIONES
Concejo de Bogotá
