Con la aprobación de las vigencias futuras el 31 de octubre de 2017 por valor de $6,08 billones para la Primera Línea del Metro se dio uno de los primeros pasos para emprender este megaproyecto de vital importancia para la movilidad del Distrito Capital. A su vez, el pasado 22 de enero de 2018 la Comisión de Hacienda aprobó en primer debate un cupo de endeudamiento por valor de $10,8 billones para complementar la financiación de la obra, dejándonos a un paso de la construcción de la obra de infraestructura más importante de los últimos tiempos en Colombia.
Cabe resaltar que el Proyecto Primera Línea del Metro encuentra sus raíces en el Plan Maestro de Movilidad de Bogotá, (Decreto Distrital 319 de 2006) en el que se reiteró la necesidad de implementar un sistema de transporte masivo. Ese mismo año, se llevó a cabo la consultoría para el “Diseño conceptual de la Red de Transporte Masivo Metro y diseño operacional, dimensionamiento legal y financiero de la primera línea en el marco del Sistema Integrado de Transporte Público –SITP- para la ciudad de Bogotá”, a cargo de la Unión Temporal Grupo Consultor Primera Línea de Metro. Adicionalmente, el Proyecto hace parte de la “visión integral de la movilidad para la Región Capital” enmarcado en el Documento CONPES 3677 de 2010, el cual a su vez establece “los requisitos técnicos y financieros que deben cumplir los proyectos postulados por el Distrito Capital para acceder a la cofinanciación de la Nación.”
Por su lado, el Plan Distrital de Desarrollo 2016-2020, “Bogotá Mejor para Todos” estableció en su artículo 27, del Capítulo III, Pilar 2: “DEMOCRACIA URBANA”, el Programa “Mejor movilidad para todos”, con el fin de mejorar la calidad de la movilidad y la accesibilidad que provee el Distrito Capital para todos los usuarios: peatones, ciclistas, usuarios del transporte público colectivo e individual, así como del transporte privado, buscando “consolidar a Bogotá como “un referente internacional de ciudad creativa, incluyente y sostenible” cuyo desarrollo económico se base en el conocimiento.”[1] Se plantea que la planeación del sistema de transporte se realice de manera articulada con el ordenamiento territorial de Bogotá y sus municipios vecinos, lo que le permitirá una completa integración de la ciudad-región. El eje estructurador de este programa es el Sistema Integrado de Transporte Masivo, compuesto por dos subsistemas: Transmilenio y Metro.[2]
Para finalizar cabe señalar que el Proyecto Primera Línea del Metro cuenta con los soportes técnicos, jurídicos y financieros necesarios para ejecución, y con los requisitos legales exigidos en todos y cada uno de sus componentes. Es preciso recordar que los estudios del Proyecto alcanzaron el nivel de factibilidad suficientes que permitió su certificación por parte de la Financiera de Desarrollo Nacional y aprobados por el Conpes.