El operativo fue acompañado por más de 50 agentes de la Policía Metropolitana de Bogotá, y un carro de los bomberos. Según la comunidad, en la diligencia no hizo presencia ningún funcionario de la administración distrital.
El concejal Roberto Sáenz llamó la atención a propósito de la autorización expedida por la Secretaría de Ambiente, dado que según la entidad estos árboles debían ser talados porque amenazaban caerse. En ese sentido el cabildante afirmó que estas autorizaciones se expidieron de manera amañada para favorecer a la constructora Praga S.A., empresa que resolvió robarse cuatro metros de espacio público para compensar el terreno que la medida cautelar del Tribunal Administrativo de Cundinamarca le impide construir. Añadió Sáenz Vargas, que en la diligencia están intentando talar dos árboles que no están relacionados en la cuestionada resolución de la autoridad ambiental.
En medio del operativo, un ambientalista intentó evitar la tala no autorizada de los dos árboles mencionados trepando hasta las copas. La Policía anunció la presencia del ESMAD en la zona para controlar al ambientalista y poder continuar con el “arboricidio”.
La tala de estos árboles, que hasta hoy fueron hábitat de cientos de aves, causó a su vez la destrucción de decenas de nidos. En ese sentido el cabildante lamentó que en el afán por talar estos árboles no tuvieron en cuenta los procedimientos que están establecidos en el Distrito para desnidar los árboles y encontrarles un nuevo espacio para habitar. Durante el operativo se acercaron los vecinos del sector, entre los que se pudieron observar niños que lloraban al ver los nidos de aves destruidos.