Jorge Enrique Pérez-Cárdenas, director de la Revista Biosalud y Profesor del Departamento de Ciencias Básicas Facultad de Ciencias para la Salud de la Universidad de Caldas, sostiene que la presencia de contaminantes en el aire incide directamente en la salud de las personas, de los animales y de las plantas; según el profesor, esto es obvio ya que el aire es completamente necesario para vivir y si cada vez que respiramos estamos introduciendo en nuestros pulmones un porcentaje de contaminantes, estamos induciendo procesos patológicos o propiciando los mismos. Por esta razón, las manifestaciones clínicas presentadas más frecuentemente son las enfermedades respiratorias asociadas con infecciones; pero también van a contribuir a la producción de enfermedad pulmonar crónica obstructiva (EPOC), al cáncer del pulmón y a otras enfermedades no directamente relacionadas como es el caso de trastornos siconeurológicos u otro tipo de cánceres. [1]
Así mismo, Pérez sostuvo que los contaminantes más asociados con estos efectos nocivos en la salud humana, animal y vegetal son el material particulado (PM2.5, PM10 y partículas suspendidas totales), el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre, el ozono troposférico y el monóxido de carbono. Todos estos contaminantes surgen por el consumo de combustibles fósiles, principalmente la gasolina, el diesel, el gas natural, el gas propano, pero también por la combustión de carbón vegetal, carbón mineral, incendios forestales y materias fecales secas.[2]
Calidad del Aire en el Distrito Capital
Gran preocupación ha generado los altos índices de contaminación del aire que se vienen registrando en el Distrito Capital en los primeros meses del año. Cómo se observa en las siguientes gráficas, el día jueves 6 de enero, siendo las 9:30 a.m. la mayoría de estaciones de monitoreo de calidad del aire del Distrito superaban los 100 puntos, lo que significa que el aire, para ese momento, era dañino para la salud.
Ilustración 1: Red de Monitoreo de la Calidad del Aire
Bogotá D.C. 6 de enero, 2020 - 9:30 a.m.
A esa misma hora, comparando con las estaciones ubicadas en las ciudades de los países en América Latina, observamos con preocupación que las estaciones del Distrito Capital reportan los niveles más altos de contaminación del aire: 170 puntos, como se observa en la siguiente ilustración:
Ilustración 2: Red de Monitoreo de la Calidad del Aire de América Latina, 6 de febrero de 2020 - 9:30 a.m.
Adicionalmente, el día miércoles 5 de enero, siendo las 4:30 p.m., fueron reportadas 7 estaciones de la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire en la categoría de moderada, en la que recomiendan que las personas extraordinariamente sensitivas deben considerar limitación de los esfuerzos físicos excesivos y prolongados al aire libre.
Se observa que las localidades más críticas en esta materia son Kennedy, Fontibón, Puente Aranda y Usaquén, por lo cual preguntamos a las autoridades ambientales y de salud: A parte del pico y placa ambiental, ¿Qué medidas se han tomado tanto preventivas como de carácter pedagógico o informativo para evitar enfermedades respiratorias a causa de la calidad del aire?
Se puede observar en las gráficas que en algunas de las estaciones de monitoreo muestran las horas Pico de contaminación:
La última Alerta Amarilla fue el pasado 5 de marzo en horas de la noche, cuando el Distrito confirmó la Alerta Amarilla en Bogotá pero cambió las condiciones del Pico y Placa para vehículos de carga por esta alerta ambiental. La misma medida había sido levantada en el suroccidente de Bogotá mientras se revisaban las restricciones desde el pasado 18 de febrero.
Ilustración 3 RMCA, 5 de marzo, 8:30 pm.
Por medio del Decreto 077 de 2020 firmado por la alcaldesa Claudia López, se establecieron cambios en las medidas que antes habían sido impuestas para la circulación de vehículos de carga, razón por las que gremios de transporte protestaron.
En línea con las recomendaciones presentadas por Jorge Enrique Pérez-Cárdenas, hacemos las siguientes recomendaciones para afrontar la problemática de la calidad del aire en relación al parque automotor:
El cambio continuo del parque automotor, lo cual se evidencia en especial en aquellos vehículos que prestan el servicio público y que a pesar de tener más de 10 años de funcionamiento, siguen circulando por nuestras calles: la ausencia de una política sólida de promoción de la venta de otros vehículos como son los vehículos movidos por electricidad o los híbridos, los cuales en otras partes del mundo han mostrado sus efectos positivos. Debido a su costo, el gobierno debería promover su importación y compra en el país eliminando los aranceles de importación de los mismos, eliminando los impuestos que anualmente se pagan y subsidiando eventualmente la compra de vehículos de uso público. Algunas tímidas aproximaciones se han hecho en Bogotá, pero se requiere de un liderazgo y de una disminución en los costos de estos vehículos para que su uso sea masivo. [3]
En el documento que se construyó después de dialogar con los transportadores, el Ministerio de Transporte y la Gobernación de Cundinamarca, se estipula un incremento en el tiempo en que los vehículos de carga puedan circular para que la medida no afecte significativamente el trabajo en esta actividad. Los cambios implican una ventana de 9 horas para que se realicen trabajos con vehículos mayores de 20 años, los cuales representan el 50% del total de grúas en la capital. Cabe recordar que en la mesa de diálogo con los transportadores también se concretó el apoyo para la renovación de flota y así reducir poco a poco los vehículos contaminantes.
[1] Pérez-Cárdenas, Jorge Enrique. “La calidad del aire en Colombia: un problema de salud pública, un problema de todos.” http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-95502017000200005
[2] Ibíd.
[3] Pérez-Cárdenas, Jorge Enrique. “La calidad del aire en Colombia: un problema de salud pública, un problema de todos.” http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1657-95502017000200005