Doctor
JUAN CARLOS GRANADOS
Contralor
Contraloría de Bogotá D.C.
Carrera 32ª No. 26ª – 10
La ciudad.
Ref.: Situación actual de los buses del sistema Transmilenio revertidos en favor del Distrito.
Atento saludo,
Desde el año 2014, cuando empezaron a vencerse los contratos de alimentación del Sistema Integrado de Transporte Público –SITP– y su subsistema Transmilenio, la empresa distrital Transmilenio S. A. viene recibiendo buses por la reversión pactada en los contratos. En su informe de empalme del año 2015 señala que tiene en su poder 412 buses, recibidos de las empresas Si 03, Citimovil, Al Norte, Tao y ETMA. De los 412 buses, 224 se encuentran alquilados a empresas concesionarias.
Uno de los componentes de la tarifa de alimentación, que hace parte de la tarifa técnica total del sistema, es la remuneración y la depreciación de los buses. Es decir, en la tarifa del sistema está incorporada la inversión realizada por los concesionarios en los buses. Cuando los vehículos revierten en favor del Distrito, como en este caso, y se alquilan para el uso de concesionarios con contratos vigentes, este factor de remuneración debería suprimirse, con una consecuente disminución tarifaria, que aliviaría tanto a los pasajeros como a la Hacienda Distrital. Por ahora, no existe la más mínima información respecto a la correspondiente corrección tarifaria en este caso ni tampoco sobre las condiciones contractuales (valor del arriendo, plazos, etc.) en las cuales Transmilenio S. A. tiene alquilados estos buses a los operadores privados arrendatarios.
Solicito entonces investigue toda esta situación sobre los buses hoy ya propiedad del Distrito, teniendo en cuenta su calidad como jefe del órgano de control de la ciudad encargado del control fiscal.
Es bien importante que se esclarezca toda la información al respecto, ya que estamos próximos al vencimiento, y por tanto a la reversión de los buses, de la operación troncal de la Fase I de Transmilenio y, además que, de no haberse actuado acorde con los intereses generales y de la comunidad, deben correrse los cargos a que hubiere lugar por eventuales detrimentos.
En ese orden de ideas, se hace imperioso evitar que se esté configurando otro desangre al sistema que redunde en beneficio exclusivo de los operadores particulares a costa de los derechos de la ciudadanía y del fisco del Distrito.
Cordialmente,
MANUEL SARMIENTO
CONCEJAL DE BOGOTÁ