Desde su inicio, las Casas de la Cultura han incentivado la creación y formación artística y cultural, haciendo partícipes a los ciudadanos en las diversas manifestaciones culturales reconociendo así su patrimonio. Se hicieron visibles a finales de la década de los 60 con la creación del Instituto Colombiano de Cultura (Colcultura); hacia 1983 ya existían más de 500 Casas de la Cultura en el país.
Se trata de instituciones creadas para fortalecer la cultura de las comunidades mediante procesos de pedagogía social. También son espacios de participación ciudadana para preservar expresiones culturales y la creación de nuevas expresiones.
En pocas palabras, son espacios para el pleno goce de los derechos culturales, como una alternativa para la oferta de procesos complementarios al sistema educativo y como referente para la memoria local.
Bogotá cuenta con 567 equipamientos culturales, es decir 7 por cada 100.000 habitantes, según cifras de la SCRD (Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte). Las localidades donde se concentra la mayor cantidad de equipamientos son: Teusaquillo (68), Chapinero (58), La Candelaria (57) y Santa Fe (55). En tanto que las localidades con menor presencia de esta infraestructura son Sumapaz (2), Puente Aranda (6), Tunjuelito (9) y Mártires (10). (ilustración 1).
En la ilustración 2 se pueden observar los tipos de equipamientos por localidad al año 2017, destacándose los teatros auditorios (111), seguidos por los museos (79) y las bibliotecas comunitarias (78).
¿Qué tanto invierte el distrito en cultura para sus habitantes? El presupuesto de Cultura, Recreación, Deporte y Parques destinado a los Fondos de Desarrollo Local alcanzó los $127.195 millones a octubre de 2019, de los cuales se comprometió $40.066 millones, es decir, tan solo se comprometió el 31,5% del presupuesto, el cual es un porcentaje muy bajo.
Las localidades con mayor asignación de recursos fueron Ciudad Bolívar ($12.900 millones), Usme ($11.628), Bosa ($11.439) y Kennedy ($110.700). Por el contrario, las localidades con menor inversión en esta materia fueron La Candelaria ($1.200), Teusaquillo ($2.184), Chapinero ($2.261) y Mártires ($2.461).
Llama la atención que las localidades que cuentan con mayor presencia de infraestructura cultural, se les destina un menor presupuesto, tal es el caso de Santa Fe ($3.029), Chapinero ($2.261) y La Candelaria ($1.200). Así mismo, es preocupante que, en Tunjuelito, el presupuesto comprometido a la fecha de corte es del 0%.
Con el fin construir un modelo que fortaleciera la gestión cultural en Bogotá, se adelantó un convenio interadmnistrativo entre la Secretaría de Cultura Recreación y Deporte –SCRD- y la Universidad Pedagógica, en el que se resaltó la necesidad de una profunda reflexión sobre el rol del equipamiento de las Casas de la Cultura en el desarrollo cultural territorial, lo cual obliga a considerar alianzas y estrategias desde otros sectores y equipamientos existentes en las localidades.
Además, para fortalecer el sector cultural, es necesario tener en cuenta la realidad de la ciudad y la legislación vigente del sector cultura y otros sectores del Distrito, las cuales se han transformado, por lo que en los últimos años han aparecido nuevos programas, proyectos, iniciativas públicas y privadas, que obligan a repensar el lugar de las casas de la cultura como equipamiento cultural y su desarrollo en el contexto territorial actual. Se debe aclarar aquí que las Casas de la Cultura no pueden ni deben reducirse exclusivamente a infraestructura cultural.
En este orden de ideas, una Política Pública de Casas de la Cultura, idealmente debe ser un proceso de planeación a largo plazo que trascienda y vaya más allá de los periodos de administración de un gobierno determinado, y que se diseñe e implemente a partir de concertaciones en las que participen la administración distrital, la ciudadanía, la sociedad civil, los gremios, la academia, entre otros.
En la propuesta de la Política de Casas de Cultura como “equipamientos culturales públicos, locales y sostenibles”, se debe apuntar al desarrollo cultural de las localidades con una oferta de bienes y servicios culturales bajo criterios de pertinencia y proximidad territorial (formación, creación, investigación, circulación artística, cultural y patrimonial); fomento; información y comunicación; participación ciudadana, comunitaria y poblacional para el desarrollo cultural; y fortalecimiento institucional.
Por ello se dejan en consideración algunas problemáticas y desafíos de desarrollo cultural priorizados en el Plan Decenal de Cultura 2012-2021 que pueden abordarse y mitigarse desde acciones que se implementen en las Casas de la Cultura:
Según los voceros y líderes de las Casas de la Cultura de diferentes localidades de la ciudad, “Las casas de la cultura deben estar en las localidades y se deben adecuar los espacios ya existentes, no hay necesidad de gastar más dinero. Allí deberían funcionar escuelas de formación artística (música, teatro, danza, literatura, artes plásticas) que lleguen a la comunidad, al barrio y especialmente a los niños”. Por otro lado, sostienen que “Los Fondos de Desarrollo Local han perdido el norte, el problema no es el poco presupuesto (pues en las localidades hemos tenido grandes presupuestos) sino que, a pesar del ejercicio de convocatoria, se asigna al presupuesto solo a un ejecutor o a grupos artísticos de larga trayectoria que se llevan el presupuesto distrital y local, dejando relegados a los artistas locales”.
H.C Armando Gutiérrez González
Partido Liberal
