- La denuncia realizada por el Concejal Julián Uscátegui deja al descubierto el uso indebido y abuso de los sindicatos, para abrir establecimientos de rumba y evadir los controles de las autoridades distritales.
- En lo corrido del 2024, la Policía identificó 96 bares disfrazados de sindicatos; en el 2023 fueron 108, en donde en la mayoría realizan o permiten prácticas contrarias a la seguridad, la convivencia, la vida y el orden público, tales como la venta y consumo de sustancias psicoactivas y los servicios sexuales pagos.
- Las localidades en las que más se identificaron estos negocios son Ciudad Bolívar, Antonio Nariño, Chapinero, Mártires y Teusaquillo.
Bajo la figura de “sedes sindicales”, en Bogotá, cientos de negocios nocturnos se esconden, utilizando de forma fraudulenta los beneficios y la protección que les otorga la ley, para eludir a las autoridades y esconder actividades como la explotación sexual, venta y consumo de licor adulterado, venta y consumo de estupefacientes, entre otros.
“Aprovechándose de la protección legal que cobija a las sedes sindicales, personas inescrupulosas están abriendo rumbeaderos ilegales en la ciudad, escondidos tras una fachada de sindicato, para evadir a las autoridades y realizar todo tipo de actividades contrarias a la seguridad y convivencia en Bogotá” aseguró Julián Uscátegui, Concejal de Bogotá por el Centro Democrático.
Un sindicato es una asociación de trabajadores que se organiza con el objetivo de defender y promover los intereses económicos, sociales y profesionales de sus afiliados. Para el cumplimiento de sus funciones aperturan sedes sindicales, vigiladas por el Ministerio de Trabajo. Si bien, por ley no pueden realizar actividades comerciales, al no poder ser vigilados, inspeccionados y/o controlados por las autoridades distritales ni por Policía Nacional, se han convertido en la manera más eficaz para evadir la ley. Según la Policía Metropolitana de Bogotá (MEBOG) en el 2023 se detectaron 108 bares clandestinos disfrazados de sindicatos. Actualmente, 96 siguen activos.
Debido a la limitación que tienen las autoridades distritales y la Policía de Bogotá para entrar a estos puntos, los establecimientos comerciales, creados ilegalmente bajo la figura de sindicatos, operan sin horario ni restricción. Esto ha genera múltiples problemáticas de seguridad y convivencia, asociadas al consumo y ventas de sustancias psicoactivas y la prestación de servicios sexuales pagos.
Las localidades en las que se identificó una mayor presencia de bares disfrazados de sindicatos son Ciudad Bolívar con 18, Antonio Nariño con 10, Chapinero con 10, Mártires con 8 y Teusaquillo con 7.
“Es totalmente impresentable que barrios residenciales deban padecer el funcionamiento ilegal de rumbeaderos y las autoridades no puedan hacer nada. No es calidad de vida vivir entre ruido, alcohol, drogas y prostitución” enfatizó el concejal Uscátegui.
Cuando el derecho de asociación se utiliza de manera fraudulenta, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social podrá imponer multas equivalentes al monto de 1 a 50 veces el salario mínimo mensual más alto legal vigente. Si a pesar de la multa, el sindicato persiste en la violación, el Ministerio podrá solicitar la disolución y liquidación del sindicato, y la cancelación de la inscripción en el registro sindical respectivo.
El concejal Uscátegui solicitó a la Alcaldía Mayor de Bogotá trazar una hoja de ruta con el Gobierno Nacional para promover el cierre de los establecimientos y garantizar el cumplimiento de la ley y la calidad de vida de los bogotanos.
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