Jurídicamente la administración debería sacar el documento radicado en primera instancia, sin embargo, se decidirá sacar un POT incompleto y lleno de contradicciones.
Por otro lado, este Plan de Ordenamiento tiene grandes falencias de participación y concertación. En este orden, la ciudad se tendrá que enfrentar a los graves problemas de movilidad y afectación al medio ambiente que se darían con este arbitrario documento.
Además, la administración miente diciendo que en los próximos 14 años se construirán más de 20 corredores de alta densidad y 5 líneas del metro, eso es algo que no ocurrirá.
Las falencias técnicas que tiene este Plan son innumerables, empoderando a los constructores y desamparando a la ciudadanía.
Le pedimos reiteradamente a la alcaldesa que recogiera los aportes de ciudadanos, de expertos y el trabajo de las bancadas en el Concejo de Bogotá para mejorar el documento, radicarlo en el 2022, dar el debate y en conceso democrático sacar un POT que realmente respondiera a las necesidades de la ciudad, pero no escuchó nada y ahora con un POT por decreto pierde toda Bogotá.