En el marco del debate de control político de la Comisión del Plan sobre la ALO, el concejal Armando Gutiérrez fue enfático en señalar que el Partido Liberal ha sido uno de los grandes defensores de esta obra. No en vano es uno de los proyectos más importantes en materia de movilidad del que se ha hablado por décadas para recorrer la ciudad de norte a sur por todo el borde occidental. Sin embargo, existe incertidumbre sobre su construcción y por ello instó a la Administración a resolver algunas inquietudes.
- ¿Por qué se eliminó el tramo norte de la ALO en el Plan de Ordenamiento Territorial?
El estudio ambiental desarrollado en el marco del contrato IDU-1475-2017 señaló que existen implicaciones en cuanto a cambios de dinámicas de las especies que viven en los humedales, no solo con la construcción sino con la operación de la ALO tramo norte. La Secretaría Distrital de Ambiente afirmó que los riesgos son muy altos y sugirió la no inclusión de esta infraestructura para proteger la Estructura Ecológica Principal en el noroccidente de la ciudad (conformada por los humedales Córdoba y la Conejera).
Con la adopción del Decreto 555 de 2021 se definió el espacio vial de la reserva de la ALO entre la calle 80 y el Humedal de la Conejera como una Actuación Estratégica que permita la construcción de la Ciudadela Educativa y del Cuidado, aumentando la oferta para los usos dotacionales: educación, seguridad, salud y vivienda. “¿Acaso la Ciudadela Educativa que planteó la alcaldía de Claudia López no genera también un impacto ambiental incluso mayor? Sobre estas posibles afectaciones debe dar claridad la Secretaría Distrital de Ambiente” puntualizó el concejal.
- ¿Cuál fue la justificación técnica y jurídica para la decisión de construir la Ciudadela Educativa en vez de la ALO Norte?
Fue la Secretaría de Hábitat de la Administración de Claudia López la que presentó ante la Secretaría Distrital de Planeación la propuesta de la Ciudadela Educativa y del Cuidado. La actual administración se encuentra en la revisión técnica, jurídica y financiera de dicho proyecto para identificar los determinantes ambientales, de movilidad, densidad de vivienda y normatividad urbana, así como revisar el estado de los predios.
Una investigación de la Universidad Distrital concluye que es prioritario caracterizar los humedales y ecosistemas que se podrían ver afectados, determinar los aportes ambientales de estos ecosistemas a la ciudad, sus necesidades y establecer una reglamentación clara de intervención para obtener un equilibrio entre el desarrollo urbanístico y la protección ambiental. Supuestamente el Plan de Ordenamiento Territorial - POT es una de las normas principales que dan luz verde al proyecto. Pero la norma que dio vida al POT actual nació a través de la figura de decreto y no fue posible discutirlo ni aprobarlo en el Concejo por múltiples dilaciones. Además, la Ciudadela Educativa no se concertó con la ciudadanía ni tuvo un debate en el cabildo distrital, como sí ocurrió con la ALO. La participación brilló por su ausencia.
- ¿Cuál será la alternativa de movilidad para los habitantes de la zona noroccidental de Suba?
Preocupa que sumado al problema de la localidad de Suba para tener vías de acceso, con el proyecto de la ciudadela del cuidado que reemplazaría la ALO tramo Norte, se planea la construcción de más de 14 mil unidades habitacionales en una zona ya de por sí bastante densa y con serios problemas de movilidad, donde se podrían ver riesgos ambientales aún más complejos de los que justificaban la no construcción de la ALO. Es una contradicción al discurso ambientalista.
En ello coinciden varios expertos en movilidad y en ingeniería. La ALO es importante como vía de acceso a Suba, la localidad con mayor población de Bogotá, pero con pocas vías de ingreso (la Cali, la avenida Suba, la calle 170 y el acceso en el borde occidental cerca del puente de guadua). Debe construirse sin tocar la Reserva Van Der Hammen, protegiendo los humedales y sin permitir edificaciones de alto impacto[3].
“La decisión de construir la ALO o la ciudadela educativa no puede ser sólo política, sino que debe basarse en sustentos técnicos y estudios que midan las cargas y beneficios para la población de SUBA, que evalúen el impacto ambiental, así como el costo-beneficio del proyecto. El crecimiento poblacional de municipios aledaños, las migraciones y el aumento de las empresas han creado la necesidad de disminuir los tiempos de desplazamiento y de contar con vías que permitan el tránsito de vehículos pesados y de carga. Si bien se tienen otros proyectos viales hacia el norte la ciudad como la ampliación de la avenida Boyacá, de la autopista Norte, de la carrera séptima y el Regiotram del Norte, no es menos cierto que estas vías pueden quedarse cortas para atender las demandas de movilidad y solucionar el embotellamiento” concluyó el concejal.
Concejal Armando Gutiérrez González
Partido Liberal